Hungría, uno de los países más atrasados en materia de integración de renovables de la Unión Europea, ha anunciado que cerrará su última central de carbón en 2025 en lugar de en 2030. Esta declaración de intenciones, comunicada esta semana por Attila Steiner, el secretario de Estado de Hungría para asuntos de la Unión Europea, supone un cambio de rumbo energético para el país.
Durante la cumbre anual de la Powering Past Coal Alliance, Steiner puso de manifiesto que el objetivo del país es alcanzar el 90% de la generación de la electricidad procedente de tecnologías sin emisiones para 2030. Para ello, el país planea mantener su capacidad de generación nuclear actual y aumentar la capacidad fotovoltaica hasta 6 GW, una cifra que sería tres veces mayor a la nuclear.
Por otra parte, Steiner también informó de la intención de eliminar de forma gradual los bloques de energía a base de lignito de la última central de carbón restante para 2025. Se trata de la central de Mata, con una potencia de 884 MW. Además, Hungría se beneficiará de la financiación de la UE para reubicar a los trabajadores del carbón afectados por el cierre.
Hungría está comenzando de forma progresiva a implementar renovables en su sistema eléctrico, con un objetivo de aumento de capacidad solar fotovoltaica hasta los 6,5 GW en 2030.
Fotovoltaica para sustituir al carbón
Una vez cerrada la última central térmica, el Gobierno húngaro quiere llevar a cabo una planta fotovoltaica de 200 MW en la misma ubicación como forma de demostrar que la energía verde puede absorber todos los empleos que desaparezcan del carbón y como consecuencia del cierre de minas.
Además de Hungría, se espera que seis países europeos dejen de producir energía con carbón para 2025: Francia (2022), Portugal (2022), Eslovaquia (2023), Reino Unido (2024), Irlanda (2025) e Italia (2025).
Planes fotovoltaicos de Hungría
Hungría
está comenzando de forma progresiva a implementar renovables en su sistema eléctrico, con un objetivo de aumento de capacidad solar fotovoltaica hasta los 6,5 GW en 2030, principalmente a través de un marco regulador basado en subastas.
En este sentido, hace un mes escribíamos sobre la firma por parte de EDPR de un contrato por diferencia (CfD) a 15 años para vender la energía producida por un proyecto solar fotovoltaico en Hungría de 50 MW cuyo funcionamiento comercial está previsto para 2022. Se trata de un mercado nuevo para la compañía en el que las expectativas son de crecimiento con un desarrollo sostenible.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.