Human Centric Lighting es un concepto novedoso que trata de vincular la iluminación al ser humano, adaptando de forma precisa sus características a cada una de las necesidades planteadas por el individuo en sus diferentes facetas, y tratando de alcanzar una calidad máxima de luz e iluminación en cada momento y en cada situación.
Así lo define Fernando Mugarza, médico y director de Comunicación del IDIS (Instituto para el desarrollo e integración de la Sanidad) durante una entrevista difundida por ANFALUM (Asociación Española de Fabricantes de Iluminación) y realizada en el marco de «Transforming Lighting» un evento sobre Innovación y el futuro de la Iluminación que tuvo lugar el el pasado 16 de febrero en Madrid, y en el que se prestó atención a este nuevo concepto.
Al respecto, señala que «hoy en día somos capaces de influir en la salud, la confortabilidad o incluso el comportamiento humano mediante la modificación de la intensidad de la luz y la adecuación de sus características a cada entorno, la distribución espacial y angular, contenido espectral, y otras características asociadas«.
A su juicio, la luz LED ha supuesto un cambio disruptivo en este ámbito puesto que antes de su aparición y comercialización teníamos un control bastante limitado sobre las diferentes características y modalidades de luz. «Esa situación ha cambiado drásticamente una vez que tenemos un amplio abanico de posibilidades de control y modulación«, asegura.
Human Centric Lighting
Para Mugarza, hay que destacar la importancia de que este aspecto de la iluminación en estrecha relación con las características y necesidades individuales sea puesto en valor ante la sociedad mediante una comunicación constante y adecuada. «Solo si conseguimos una buena sensibilización sobre este aspecto a todos los niveles es como podremos mejorar en un tema tan relevante que afecta de una forma directa a nuestra salud y bienestar«.
Tal y como explica «la luz y sus diferentes longitudes de onda de luz influyen en nuestro rendimiento, estado cognitivo, mental y funcional de una forma clara y evidente, tengamos en cuenta que por ejemplo la luz solar no solo es importante para la síntesis de la vitamina D, un elemento clave para dar solidez a nuestros huesos mediante una adecuada absorción del calcio y para estimular la síntesis de melanina que nos protege de los rayos ultravioleta«.
Además, Fernando Mugarza, explica que la luz interviene directamente en nuestro cerebro estimulando y controlando la liberación de serotonina y melatonina, mediadores bioquímicos que participan en nuestro estado anímico y en el ciclo vigilia-sueño.
Añade que otros estudios realizados en este caso por investigadores norteamericanos han puesto de manifiesto que las emociones en general pueden ser más intensas en un entorno en el que predomina la luz más brillante; por el contrario, una iluminación de menor intensidad, más cálida, tiende a “suavizar” dichas emociones que a su vez se asocian a comportamientos.
«También es conocido que una luz azul estimula las conexiones neuronales, mejora el estado de alerta y por lo tanto el rendimiento del cerebro en general y el estado de ánimo en particular«, detalla.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.