El hidrógeno verde (H2V) se posiciona como uno de los principales vectores energéticos futuros. Son varias las razones que explican este posicionamiento, entre ellas: su producción y consumo es neutral climáticamente; no genera emisiones contaminantes; permite su producción local generando independencia energética de terceros países; y mejora, por tanto, la balanza de pagos de los países importadores.
El hidrógeno se abre ahora como una nueva alternativa que ya es una realidad en energía y climatización de viviendas, como combustible de vehículos ligeros y pesados de motor eléctrico pero con autonomías superiores a los 600 km y tiempos de carga de escasos minutos. También para pasar a motores eléctricos los trenes cuyas líneas no están electrificadas y requieren el uso de máquinas diésel para su servicio, para barcos, aviones y un sinfín de nuevas aplicaciones.
Hidrógeno verde (H2V)
El H2V es, por tanto, una opción real para reducir las emisiones en sectores como el energético, industrial, movilidad e incluso en el sector residencial.
Los recientes compromisos de la Comisión Europea (CE) de ayudas, por valor de varios millardos, vinculadas al desarrollo e implantación de Proyectos de Interés Común Europeo (PIICE) de H2V, así como el nuevo Plan de Seguridad Energética, recientemente aprobado por el Gobierno de España, que viene a reforzar las medidas impulsoras del H2V publicadas estos últimos años, dejan clara la estrategia de Europa y, específicamente, de España de querer liderar este nuevo vector energético.
En la reciente reunión del COP27, los gobiernos de los países que suman más de la mitad del PIB mundial han acordado un plan de acción —a un año vista— para acelerar la descarbonización incluyendo el aumento de la producción de H2V.
Esto ha abierto la batalla por el liderazgo con el anuncio del presidente de EE.UU. de proporcionar ayudas un 275% superiores que en la UE para hacer que su H2V sea más competitivo que el europeo, lo que ratifica su importancia estratégica.
Plantas de producción de hidrógeno verde
Como señalan los expertos de Rolwind, ya se está trabajando en proyectos de plantas de producción de H2V destinados sus distintas aplicaciones: industria, movilidad tanto pesada como de última milla y vehículos ligeros, así como en proyectos de almacenamiento, inyección en las redes de gas natural y su aprovechamiento para la exportación a terceros países.
De hecho, los proyectos de H2V que la empresa española está desarrollando en la actualidad en el Polo Químico de Huelva y Campo de Gibraltar en Cádiz (uno de los mayores proyectos de H2V en España) están precisamente enfocados a la industria.
«En definitiva, la carrera por el hidrógeno verde ha comenzado y empresas pioneras, como Rolwind, estarán perfectamente preparadas para afrontar el desafío con solvencia, con experiencia y con visión de futuro», explican.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.