En nuestro artículo de hoy del Club de Expertos, Javier Rodríguez, Director General de ACOGEN (Asociación Española de Cogeneración), pone de manifiesto que ante los indicios de una nueva recesión económica, mantener e impulsar la industria es clave para la generación de actividad y nuevos empleos. Del mismo modo, sostiene que para la creación de nueva industria es necesario la aplicación de buenas políticas energéticas y climáticas.
Hacer industria con energía eficiente y acción por el clima
El frenazo económico irrumpe de nuevo en nuestras vidas. Un fuerte escalofrío recorre al sector turístico y la ya evidente desaceleración industrial amenaza acrecentar su extensión al sector servicios. Es el momento de aplicar la infalible receta del éxito: hacer industria.
En España hemos demostrado que sabemos hacer industria. El presidente de Ence, Ignacio Colmenares, aludía en unas recientes declaraciones a que no solo acertamos con los imprescindibles retos inversor, tecnológico y de digitalización, sino que nuestra fuerza para hacer industria es una demanda social y ambiental de la población española para crecer y crear una sociedad mejor. Estos valores que nos honran son una fuente generadora de mayor bienestar para todos.
Contar con la industria y la energía
Mantener e impulsar la industria es clave en cualquier país cuando se necesita generar mayor actividad y empleos estables, cualificados y de calidad. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, señalaba recientemente “el objetivo del que nadie habla de que el 20% del PIB deberá ser industrial”, cuando ahora solamente llega al 15%. Para lograr ese avance debe confluir y potenciarse un binomio fundamental: la suma de la industria manufacturera y de la energía, ambas complementarias y necesarias intrínsecamente, motores para impulsar al país con equilibrio y sostenibilidad.
La anterior crisis nos enseñó que los países con más industria –como Alemania o aquí mismo el País Vasco- aguantaron mejor las inclemencias, con mejores tasas de empleo y sueldos más altos, que acrecientan la demanda y la actividad económica en la que se sustenta la solidaridad y el estado del bienestar. Ante cualquier escenario, la industria es garantía de estabilidad y su devenir y confianza es el mejor indicador de que las cosas se están haciendo bien.
Para mantener y hacer más industria se necesitan políticas energéticas y climáticas bien dirigidas. El factor energético y climático es vital para nuestras industrias, los cogeneradores lo sabemos bien. Hay que dar confianza y seguridad a las industrias en Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 para mantener su producción competitiva y atraer las inversiones que posibilitarán la descarbonización industrial, el crecimiento y el empleo.
Responsabilidad energética
La energía, la producción y la utilización de múltiples energías que forman nuestro mix nacional –electricidad, gas, productos petrolíferos, renovables, etc. – junto con sus virtudes y carencias, sus precedentes y consecuencias, conlleva una responsabilidad compartida entre productores y consumidores, ciudades y entornos rurales, industrias y servicios, empresas y hogares, jóvenes y adultos, derechas e izquierdas, expertos y no tanto, vacas y coches… la energía relaciona la totalidad de ámbitos en los que nos movemos y vivimos.
Por ello, los tres vectores clásicos a equilibrar en las decisiones sobre política energética – competitividad, seguridad y medioambiente- se extienden hoy a múltiples áreas, incluyendo industriales y climáticas, laborales y sociales, que además se proyectan dinámicamente a futuro. Todos somos protagonistas, corresponsables y receptores directos de las decisiones energéticas y sus consecuencias. Es evidente que alcanzar las soluciones óptimas pasa por avanzar juntos, etapa a etapa, sin excluir nada ni a nadie, sin reducir la magnitud y multiplicidad de los retos.
Para fabricar, la industria necesita múltiples energías que tienen que ser competitivas, porque se compite entre países y en mercados globalizados. En España, buen ejemplo industrial y energético, nuestra industria utiliza tres veces más energía en forma de gas que de electricidad, o lo que es lo mismo, casi tanto gas como toda la electricidad del país. El futuro energético es mucho más que eléctrico, también es gas. Por ello, y por muchas otras razones, el gas juega y jugará un papel determinante en el futuro de la industria en España y en Europa, y su evolución, transformaciones y tecnologías, serán claves también en la descarbonización de la economía. Fijémonos como Alemania potencia sus capacidades gasistas. Si no se quiere hablar de gas y sus usos presentes y futuros, se está haciendo oídos sordos a la industria e ignorando sus capacidades de generar progreso para el país.
Unidos por el clima
Avanzaremos hacia los objetivos a 2050 solo si lo hacemos unidos, actuando con ambición ante el reto del cambio climático y siempre muy atentos a las capacidades industriales y tecnológicas que tenemos España, como muy bien apuntó el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, o como el Presidente de SEAT, Luca de Meo, cuando afirma que las industrias necesitan el apoyo de las autoridades en esta fase de transición que vivimos. La unión se fundamenta en la verdad, el diálogo y la tolerancia, siempre entendidas como procesos de intercambio, evolución y crecimiento mutuos.
El ministro de exteriores, Josep Borrell, decía hace unos días que «es importante que la sociedad entienda que la transición hacia una economía sin carbono no es gratis«, y así es como también se evidencia en la encuesta que acaba de publicar el Real Instituto el Cano, “Los españoles ante el cambio climático”, que nos retrata como ciudadanos concienciados y con conocimiento alto, dispuestos a objetivos ambiciosos aunque conlleven pagar más, pero poco conscientes de la propia responsabilidad, como dice Galán de Iberdrola “una obligación moral”.
Tras la cumbre climática de Nueva York, me reafirmo en que el diálogo climático debe establecerse siempre en positivo, con un buen clima y con una tolerancia activa, incluyente e integradora, sin catastrofismos fatales, reproches, amenazas, arrogancias, huelgas… porque el cambio climático no es un discurso, es rima.
Industria rima con buen clima
Me hubiera gustado seguir citando, mejor aún, rimando frases de industriales, empresarios, políticos, instituciones… aportaciones valiosas que desde tantos ámbitos contribuyen en estos días a construir un mejor clima, una mejor economía, unos valores que aporten resultados tangibles a nuestro cambio climático en la mejor versión viable de nuestro mundo y de nosotros mismos.
Para mantener y hacer más industria se necesitan políticas energéticas y climáticas bien dirigidas. El factor energético y climático es vital para nuestras industrias, los cogeneradores lo sabemos bien. Hay que dar confianza y seguridad a las industrias en Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 para mantener su producción competitiva y atraer las inversiones que posibilitarán la descarbonización industrial, el crecimiento y el empleo. Hay que saber rimar el clima.
Los cogeneradores sabemos hacer industria con nuestra energía de alta eficiencia y descarbonización y queremos generar más inversión y tecnología, más competitividad y más empleo: queremos y podemos arrimar a la industria, la energía y la mejor acción por el clima. A ver si el próximo Gobierno sabe versar esta rima.
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.