Greenpeace ha presentado al Gobierno y a la Comisión Europea sus aportaciones para el Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030. El plan presentado por el Gobierno a Europa debe ser solo un punto de partida, puesto que para asegurar que la temperatura global no aumenta 1,5 grados, la reducción de emisiones para 2030 debe casi triplicarse y para 2040 debe haberse reducido al cero neto a través de la transformación del sistema energético para que sea 100% renovable.
La organización ecologista afirma que hace falta una mayor reducción de emisiones en todos los sectores, principalmente en los sectores del transporte, la agricultura, la ganadería y el eléctrico. El plan debe incluir un calendario detallado de cierre de la energía nuclear y de carbón, para que todas esas centrales estén cerradas como límite en el año 2025 y asegurar un sistema eléctrico inteligente, eficiente y prácticamente 100% renovable en manos de la ciudadanía para el año 2030.
“No podemos perder esta oportunidad para exigir más ambición climática. Tenemos todos los elementos necesarios sobre la mesa para hacerla realidad: las evidencias científicas, el Acuerdo de París y las demandas de la juventud que recorren las calles de todo el mundo reclamando acción climática urgente. Evitar los peores impactos del cambio climático requiere cambios profundos y valientes a todos los niveles que traerán millones de beneficios para la vida y el planeta”, ha declarado Tatiana Nuño, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace
“Las demandas de la sociedad civil deben ser escuchadas y atendidas para la formulación del plan final, que no puede diseñarse en función de los intereses económicos de los grupos de presión industriales”.
Demandas de Greenpeace en el sector del transporte
En el sector del transporte,
la reducción debe ser mucho más ambiciosa de lo que prevé el plan, no en vano se trata del máximo emisor tanto actual como en el futuro. Por este motivo, la fecha prevista para detener en 2040 la venta de nuevos vehículos con motor de combustión (gasolina, diésel, híbrido o gas), aunque pionera a nivel legislativo, está muy por detrás de las fechas previstas por los países de nuestro entorno. Es preciso que a partir del año 2028 todos los nuevos turismos sean cero emisiones, con el fin de lograr la descarbonización completa del transporte por carretera en 2035 y de todo el sector del transporte en 2040.
“El plan definitivo tendrá que estar a finales de este año y todos los grupos políticos deberían priorizar la lucha contra el cambio climático para llegar a un acuerdo mucho más ambicioso y reducir casi tres veces más las emisiones”, ha concluido Nuño. “Las demandas de la sociedad civil deben ser escuchadas y atendidas para la formulación del plan final, que no puede diseñarse en función de los intereses económicos de los grupos de presión industriales”.
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.