En los últimos meses, tras los ruidosos movimientos del Ministerio de Industria y de las grandes eléctricas a tenor de la desafortunada última subasta del año, hasta el más común de los mortales ha debatido en su entorno sobre kilovatios, precios fijos, pool, término fijo de potencia, y demás terminología que hasta ahora jamás había oído nombrar. Está de moda nuestro sector y desgraciadamente no por lo bien que va sino por todo lo contrario, y EnergyNews ha querido acercarse a una de la partes más desconocidas de todo este entramado, las comercializadoras independientes.
Que una comercializadora de electricidad sea un negocio familiar puede resultar chocante para la mayoría de los consumidores que percibimos a las eléctricas como grandes corporaciones anónimas. Gesternova sin embargo es una compañía comercializadora de electricidad de las consideradas libres y verdes por más señas. Sus principales directivos son José María González Vélez, que ya ejerció el cargo de presidente de APPA durante algunos años, y sus hijos, Jorge González Cortés, y David González Cortés. La experiencia de José María parece que ha sido trasplantada genéticamente a Jorge y David, que además atesoran una gran visión de conjunto del mercado eléctrico español.
José María sabe que la Ley del Sector Eléctrico (LSE) no va a solucionar todos los problemas del sector de la misma manera que las renovables no son las culpables del problema. «Desde luego que no» apuntilla David, «quizás se va a minorar el déficit pero no a desaparecer. Y con la nueva retribución se prevé un nuevo problema que surgirá en la primera liquidación del mes de enero, que se debería de cobrar en el mes de marzo. Dado que la nueva LSE impone que el pago de liquidaciones del año en curso provenga de los ingresos del sistema recaudados en el mismo periodo, la CNMC ya ha anunciado que se producirá un desfase temporal que se unirá a la incertidumbre de la cantidad final a percibir. En cualquier caso, se prevé que según vaya avanzando el año este desfase se irá regularizando.
Otra cosa es la gran confusión que las nuevas retribuciones están creando, ya que se basan en inversión y operación y se establecen hasta 573 casos diferentes.»
¿Es más justo el sistema de fijación de precios que va a imponer el Gobierno? ¿Debe preocupar al consumidor?
Sí. Comparándolo con la subasta que había hasta ahora sí es más justo porque el consumidor va a poder elegir los momentos de consumo y elegir en qué tarifa quiere consumir. Es cierto que al indexar los precios a una subasta diaria se tiene la incertidumbre de lo que se va a pagar pero en el caso de un pequeño consumidor estamos hablando de muy poco dinero al año, sobre todo si tenemos en cuenta que cada vez el peso del consumo en la factura es menor, por lo que no es algo que deba preocupar al consumidor. Muy al contrario, es más que probable que suponga un considerable ahorro al consumidor. Otra cuestión es que la implementación del sistema de facturación indexado es compleja a muy corto plazo, y para el consumidor se convertirá en acto de fe dar por bueno el precio del kWh que se encuentre en el recibo.
El nuevo recibo va a contar con dos sistemas de medida. Uno para los que cuenten con un sistema de telemedida que les contará el consumo hora a hora, y otro para el resto en el que Red Eléctrica aplicará unos perfiles de consumo que sirven para convertir un cierre de medida en una curva de carga horaria. Estos últimos no van a pagar más por poner la lavadora a una hora u otra, pero tampoco se van a beneficiar de la posibilidad de saber el precio del día siguiente y de aprovecharse de las horas valle en las que costará menos poner esa lavadora.
En cuanto a las comercializadoras independientes que están fuera de la TUR (tarifa de último recurso), es previsible que para poder competir, estas ofrezcan tarifa fija más barata que la tarifa fija de las CUR (comercializadoras de último recurso). No obstante en su mayoría, veo poco probable que ofrezcan una tarifa indexada a los consumidores domésticos.
La determinación del precio con diferentes franjas horarias, ¿no va a suponer un gran lío administrativo?
Sí, ya que para las eléctricas supone un esfuerzo mucho mayor facturar indexado que fijo. En cuanto a los consumidores, la imposibilidad de comprobar que el precio a pagar es correcto puede ser un hándicap. Esta gran confusión puede provocar un gran aumento de las reclamaciones con el consiguiente gasto en gestión comercial y administrativa.
¿Es posible una liberalización real del mercado eléctrico como la hay en otros sectores?
José María piensa que existe un gran poder de mercado de las cinco grandes eléctricas por su gran influencia sobre los precios, en tanto en cuanto que son los mayores generadores, distribuidores y comercializadores al mismo tiempo. «Esto genera una confusión y un poder de marca que las demás comercializadoras no podemos tener.» «Pero esto es lógico, del mismo modo que ocurre con los precios de los carburantes, que son manejados por unos pocos. Esto se solucionaría ampliando el mercado mediante las interconexiones, las cuales permitirían a las comercializadoras independientes traer energía de otras partes de Europa. De esta forma sería un mercado más transparente.»
«El mercado no está liberalizado realmente. Yo propondría un mercado protegido por el estado para los consumidores de unos 3 kW de potencia contratada y otro a partir de ahí en el que pudieran entrar todas las comercializadoras ofertando diferentes tipos de producto». «Además, -abunda José María González Vélez-, el sector se liberalizaría quitando la tarifa binómica y dejando el coste de la factura en función únicamente del consumo, ya que de esta manera se haría una política de ahorro y eficiencia energética y no se estaría primando el consumo como se está haciendo ahora al subir el término de potencia.
¿Es el déficit de tarifa un problema solucionable?
José María se muestra indignado con este tema e implacable en su respuesta. «El Déficit de tarifa es una gran mentira. A las grandes compañías les aseguran los ingresos a través del término fijo. Acabar con el déficit es muy fácil porque si pones todos los costes en el kWh ya no hay déficit. El problema actual son los más de 30.000 millones que arrastramos de otros años y que van a obligar a los gobiernos a subir todos los años el recibo en más de un 6%. Es urgente realizar una auditoría que establezca los costes reales del sistema. Esto evitaría las estimaciones de costes con los que se elaboran los presupuestos, que son ampliamente superados por la realidad del mercado. Tener una base consistente en la fijación de precios eliminaría la estimación, la incertidumbre, y por tanto el déficit de tarifa.
Habría que poner el sistema patas arriba. Separar claramente a las generadoras de las distribuidoras y las comercializadoras.»
¿Ha contribuido negativamente el sistema de primas «feed in tariff» a este desbarajuste?
Da igual un sistema PPA como en EE.UU o un sistema feed in tariff como se ha hecho en Europa. El problema no es uno u otro sino la inseguridad jurídica. La Unión Europea dijo en 2005 que el feed in tariff era el mejor sistema de apoyo a las renovables, y que el que más barato había salido con respecto a la energía generada había sido el español. El problema es que la Administración tenía que haber sido más ágil a la hora de regular y la mala regulación ha terminado prostituyendo el sistema de primas. Este sistema ha tenido efectos perversos en tanto en cuanto que el fabricante de placas o el instalador sabe lo que el inversor va a percibir por la instalación, y adapta sus precios, al alza, hasta lo que considera que yo puedo aceptar en función de los ingresos previstos. En el caso de la eólica el mercado también estaba viciado por el poder de ciertas compañías predominantes que marcaban precios de megavatio instalado muy por encima de otras tecnologías quizás igual de eficientes, pero que no eran bien vistas por los bancos a la hora de financiarlas. Incluso las empresas de operación y mantenimiento han tenido su parte de culpa al facturar por encima de mercado en muchos casos a cambio de rendimientos del 98% que exigían a su vez los bancos.
Preguntas de nuestros lectores
Alguno de nuestros lectores está interesado en saber si puede abandonar la TUR por una tarifa libre y volver a la TUR si no está satisfecho. En primer lugar hay que decir que ya no se va a llamar TUR sino PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor).
En principio no puede volver al PVPC salvo en casos especiales como de morosidad del abonado o de bancarrota de la comercializadora, pero esto no tiene que preocupar al consumidor. En cualquiera de los dos casos se encontraría igual de cómodo en una tarifa como en otra ya que ambas tarifas son muy similares.
¿Hay un sello de energía verde?
Jorge nos explica que las garantías de origen renovable que certifica la CNMC son suficientes para que las comercializadoras puedan ofertar la energía que venden como energía verde. Adicionalmente hay iniciativas como Ekoenergy (Finlandesa), que reconocen el origen renovable de la energía y la tecnología con la que ha sido producida.
En nuestro caso es muy fácil comprobarlo porque representamos energía verde producida en la mayor parte de las comunidades autónomas. Además, esta energía en muchos casos está próxima a núcleos urbanos que la consumen casi directamente con lo que puede ser considerada generación distribuida.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.