El Gas Natural está en alerta uno. Los recientes acuerdos de París sobre cambio climático han virado los objetivos de los grandes inversores hacia una generación más sostenible. El sector renovable ve al gas como una transición inevitable. El sector gasista lo ve como una realidad en paralelo. El debate está abierto.
Incluso Amigos de la Tierra, organización no gubernamental, enfocada al respeto al medio ambiente organiza foros en los que unos y otros defienden lo suyo. Ese fue el caso de la jornada organizada el pasado jueves en la que se debatió en torno al papel del gas en la futura Unión de la Energía. En la mesa, bien moderada por el director de EFE Verde, Arturo Larena, escuchamos las virtudes de un gas natural limpio con bajas emisiones de CO2, con seguridad de suministro, con buen rendimiento y soporte de las tecnologías de generación renovable.
Pero antes de seguir hablando de más limpio o menos sucio, deberíamos saber qué emite el gas natural. Según fuentes del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, el gas natural es el que menos CO2 emite de todos los combustibles fósiles: 58 kg de CO2 por Gigajulio.
[pullquote]El gas natural es el que menos CO2 emite de todos los combustibles fósiles[/pullquote]
Por otro lado, el gas natural también es responsable de las emisiones de los óxidos de nitrógeno que se generan al combinar los radicales de nitrógeno del propio combustible con el óxigeno del aire usado en la combustión de los motores. Se alcanzan proporciones del 95-98% de NO (óxido de nitrógeno) y del 2-5% de NO2 (Dióxido de nitrógeno). Dichos óxidos, por su carácter ácido contribuyen, junto con el SO2 a la lluvia ácida y a la formación del «smog» (término anglosajón que se refiere a la mezcla de humedad y humo que se produce en invierno sobre las grandes ciudades).
El SO2 o dióxido de azufre es el principal causante de la llamada lluvia ácida y por tanto el principal contaminante de los bosques y los lagos. Sin embargo en este caso, el gas natural tiene tan sólo un contenido en azufre inferior a las 10ppm (partes por millón), por lo que la emisión de SO2 en su combustión es 150 veces menor a la del gas-oil, entre 70 y 1.500 veces menor que la del carbón y 2.500 veces menor que la que emite el fuel-oil.
En cuanto al metano (CH4), es el principal componente del gas natural, y tiene más impacto que el CO2 en el efecto invernadero. No obstante, se estima que la emisión de este componente puede estar en torno al 1% y se debe a las pérdidas en el transporte y distribución a nivel mundial.
El más limpio o el menos sucio
Si en un debate, alguien dice que el gas natural es el más limpio de los combustibles fósiles estaremos oyendo a uno de sus defensores. Marta Margarit, secretaria general de SEDIGAS, cree que el gas natural es el sustituto perfecto de otros combustibles fósiles por su menor contaminación, su fiabilidad en el suministro (España se provee a través de más de 10 suministradores diferentes), su rendimiento o su falta de necesidad de almacenamiento (En clara alusión a la biomasa). Además, Margarit destacó el impacto económico del gas natural con un 0,5% de incidencia en el PIB y más de 150.000 empleos generados a su alrededor. Para Margarit, en definitiva, el gas natural es un combustible que debe formar parte de un mix energético sostenible junto con las energías renovables.
Para Margarita de Gregorio, responsable de energías termoeléctricas de APPA, el gas natural es el combustible fósil menos sucio, y no considera que el gas natural deba convivir a largo plazo con las energías renovables, sino que será parte de una transición hasta que las renovables alcancen su madurez tecnológica. Para de Gregorio, las renovables son el presente, son rentables y arrojan un balance positivo en cuanto a las subvenciones recibidas. Además, son la única alternativa para detener el cambio climático.
Sobrecapacidad
Según fuentes del sector, la sobrecapacidad de instalaciones gasísticas en España y las grandes inversiones efectuadas en canales de distribución está produciendo una gran campaña en favor del gas natural para su uso residencial, industrial y de transporte. De hecho, aún hay un gran potencial para introducir el gas en viviendas, ya aunque el 78% de nuestro país está canalizado, tan sólo el 30% de las residencias utilizan gas natural.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.
Dudo que Amigos de la Tierra tenga alguna duda sobre si gas sí o gas no, imagino que más bien no.
En todo caso querrán escuchar a todos los actores antes de tomar una postura definitiva.