Los tejados franceses se están volviendo verdes. Y todo gracias a que se ha aprobado una ley en la que obliga a que en las cubiertas de los nuevos edificios construidos en zonas comerciales deben instalarse, al menos parcialmente, paneles solares. Además, se ha incluido la posibilidad de que puedan autoproveerse de la energía generada, lo que desarrollaría el autoconsumo.
Los techos verdes tienen un efecto aislante, lo que ayuda a reducir la cantidad de energía necesaria para calentar un edificio en invierno y enfriar en verano. También conservan el agua de lluvia, lo que ayuda a reducir los problemas de humedades, al tiempo que favorece la biodiversidad y dar lugar a que los pájaros urbanos puedan anidar, dicen los ecologistas.
Los techos verdes están ya muy extendidos en Alemania y Australia, y la ciudad canadiense de Toronto aprobó una ley en 2009 muy parecida a la de Francia, donde se obliga a realizar esa instalación en edificios industriales y residenciales.
Una ley rebajada
La ley tiene un alcance menor de lo que venían demandando los grupos ecologistas franceses, que querían que la ley obligara a instalar tejados fotovoltaicos en todos los edificios de nueva construcción. Pero finalmente el gobierno galo convenció a los activistas de reducir el alcance de la ley solo a los edificios comerciales, además de requerir que sólo una parte de los tejados sea cubierta con plantas o paneles solares.
“Los techos verdes proporcionan sombra y eliminan el calor del aire a través de la evapotranspiración, lo que reduce las temperaturas de la superficie del techo y el aire circundante”, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA). Los beneficios de los tejados ‘verdes’, con fotovoltaica o con plantas son numerosos, reducen las emisiones y, por tanto la contaminación del aire y la reducción de gases de efecto invernadero, proporcionan una mayor comodidad, una mejor gestión de las aguas pluviales, la mejora de la calidad del agua, y una mejor calidad de vida.
Eficiencia energética y autoconsumo
“Si bien los costes iniciales de los techos ‘verdes’ son más altos que los de los materiales convencionales, los propietarios de edificios pueden ayudar a compensar la diferencia a través de la reducción de los costes energéticos y, en su caso, de la gestión de las aguas pluviales, y potencialmente por la mayor esperanza de vida de los techos verdes en comparación con los materiales para techos convencionales”, según el EPA.
Francia se había quedado muy rezagada de otros países europeos en lo que hace referencia a la energía solar. Un informe de 2014 de la Asociación Europea de la Industria Fotovoltaica (EPIA) e Intersolar Europa, titulado “Perspectivas del Mercado Mundial para la energía fotovoltaica 2014-2018“, señaló que la capacidad instalada de la energía solar fotovoltaica había disminuido en 2013 y que el país representó sólo el 6% de la capacidad total instalada en Europa ese año.
Sin embargo, el pasado verano Francia presentó una ley para dirigir la transición necesaria hacia un modelo energético más limpio con objetivos ambiciosos: reducir las emisiones de CO2 en un 75% para 2050, y más que doblar la cuota de renovables (al 32% para 2030). Además, plantea reducir en un 30% el uso de combustibles fósiles.
Francia será el anfitrión en la próxima cumbre mundial del clima de París, y en algo se tiene que notar.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.