El Gobierno de Francia ha anunciado que destinará 4.000 millones de euros en ayudas para proyectos de producción de hidrógeno generado con renovables o con energía nuclear. Esta postura, que choca con la hoja de ruta de otros países, es defendida por el Ejecutivo francés como una medida para compensar la diferencia de precios con el hidrógeno gris, generado con combustibles fósiles. El país galo es el mayor productor de energía nuclear en Europa.
En plan del Gobierno está recogido en un decreto que informa del lanzamiento de un mecanismo de apoyo con licitaciones progresivas entre 2024 y 2026 por un total de 1 GW, según explica en Le Figaro la ministra de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher. La titular señala: «Nuestro plan para la transición energética pretende acelerar de forma masiva la producción de energías descarbonizadas en nuestro territorio: nuclear, energías renovables e hidrógeno».
Francia ha apostado por la prolongación de la vida de los reactores nucleares que, actualmente, suministran cerca del 70% de la electricidad. Además, construirá al menos seis nuevos reactores nucleares que entrarán en servicio entre 2037 y 2050.
Plan de impulso al hidrógeno en Francia
Según el Gobierno francés, el plan trata de favorecer la puesta en marcha de plantas de producción de hidrógeno por electrólisis, alimentadas por electricidad renovable. De igual manera, producirán hidrógeno «bajo en carbono» con nuclear, algo que choca frontalmente con los planes de otros países como Alemania y España.
La ministra francesa insiste en que defienden «un enfoque de neutralidad tecnológica sobre estos temas» y recuerda que Francia está haciéndolo valer entre los miembros de la llamada Alianza Nuclear que ha formado con una docena de Estados de la Unión Europea.
Mecanismos de ayudas
Los productores de hidrógeno recibirán compensaciones cuando sus costes de utilización de renovables o nuclear superen a los que incurrirían haciendo uso de combustibles fósiles. Simultáneamente, pagarán al Estado la diferencia cuando los costes sean inferiores.
Los contratos, que tendrán una duración de 15 años, pretenden garantizar la competitividad francesa frente a un diferencial de precios que puede ser notable entre el hidrógeno renovable y el hidrógeno producido con energía nuclear.
De igual manera, se contempla una prima para los proyectos que se comprometan a suspender la producción de hidrógeno en momentos de alta demanda de electricidad.
Fuente: EFE.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.