Investigadores del Instituto de Hidráulica Medioambiental de la Universidad de Cantabria ponen el acento español a Flagship, un proyecto europeo de tecnología eólica flotante.
Empresas del calibre de Iberdrola sustentan Flagship, el proyecto europeo de tecnología eólica flotante en el que participa un consorcio internacional con socios de Dinamarca, Noruega, Francia, España y Alemania.
La iniciativa se centra en la búsqueda de soluciones con las que lograr una reducción del coste de producción de electricidad a partir de la energía del viento recogida en alta mar, para así crear un «mix energético mucho más sostenible a medio plazo».
Así lo explica Raúl Guanche (en la imagen), miembro del equipo de investigadores del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria (IHCantabria) que ponen el acento español a este proyecto europeo.
Prueba de campo a escala real
Para valorar la viabilidad de su proyecto, el siguiente paso en el que ya trabajan los responsables de Flagship es una prueba de campo a escala real.
Los investigadores están desarrollando una turbina eólica marina flotante de 10 MW montada en una estructura flotante de hormigón semisumergible en el Mar del Norte noruego. «Se trata en definitiva de ensayar y optimizar una explotación eólica comercial utilizando tecnologías económicamente rentables y dotando así de competitividad a las empresas del sector», explican.
El gran potencial energético de la eólica marina flotante en España
El proyecto cuenta con una financiación total de 25 millones de euros durante cuatro años en el marco del programa Horizonte 2020.
Además de los desarrollos científico-técnicos como diseñar nuevas maniobras de instalación o el empleo de hormigón como material de referencia, los investigadores tendrán que «extrapolar todo el conocimiento y la nueva experiencia a escala global para su posible aplicación en Reino Unido, Estados Unidos, Asia…», tarea en la que estará especialmente implicado el instituto cántabro. «También evaluaremos las soluciones que aportan mayor facilidad de implementación y los riesgos de su integración medioambiental», apunta Guanche.
La plataforma de tecnología eólica flotante podría funcionar en 2022
Los plazos apuntados por los responsables del proyecto fijan el tercer trimestre de 2021 para comenzar a producir la plataforma flotante y el primer trimestre de 2022 para su instalación en el mar.
Las compañías e instituciones implicadas son Core-Marine, CENER, IHCantabria y Zabala Innovation Consulting de España, Olav Olsen, Kvaerner, UNITECH Offshore AS, METCentre de Noruega, Électricité de France (EDF) de Francia, Danmarks Tekniske Universitet de Dinamarca y DNV-GL de Alemania. Estos doce socios pondrán en práctica sus conocimientos, redes y activos clave para facilitar el desarrollo de esta tecnología flotante innovadora.
Los conocimientos generados por Flagship y los resultados de los escenarios demostrativos, realizados en un emplazamiento «exigente», serán cruciales para la industrialización de parques eólicos marinos flotantes en todo el mundo, asegurando su viabilidad en otros lugares específicos del Océano Atlántico, el Mediterráneo y el Báltico.
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Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.