Si estás pensando hacer de la tuya una casa autosuficiente a nivel energético, pero no cuentas con la liquidez suficiente, no abortes tus planes; aquí van seis ideas para financiar la instalación de placas solares
Por ahorrar dinero y/o emisiones cada vez son más los clientes que valoran la opción de instalar placas solares de autoconsumo en su casa. El problema es que esto supone una inversión inicial que no todos los hogares pueden asumir, al menos no de golpe.
Los expertos en energía de Naturgy explican que no siempre es necesario abonar todo el importe, puedes buscar opciones de financiación.
1. Pedir un préstamo bancario
Las llamadas líneas de financiación verde son los préstamos que fomentan el autoconsumo.
Se trata de productos financieros específicamente diseñados para ayudar a asumir el gasto económico qe conlleva la instalación de placas solares para particulares. A diferencia de otras líneas de préstamo, suelen tener unas condiciones especialmente buenas y unos intereses bajos para fomentar que todo aquel que lo desee pueda solicitarlos con más facilidades.
2. Subvenciones públicas
Las comunidades autónomas ofrecen dos tipos de subvenciones para la instalación de placas solares: las que afectan al coste de la instalación y las que se afectan a los impuestos.
Para conseguir información sobre estas líneas de ayudas y sus requisitos, hay que consultar la página web de cada comunidad autónoma y entrar en el apartado correspondiente a las subvenciones para autoconsumo de energías renovables.
3. Renting de placas solares
Algunas empresas instaladoras de placas solares ofrecen la opción de alquilarlas. La empresa hace todo el trabajo de instalación y asume el coste de los paneles solares, estableciendo en el presupuesto y el contrato posterior la cuantía por alquiler que deberá pagarse mensualmente.
La clave de esta modalidad es que la instalación nunca será propiedad del beneficiario.
4. Ampliar la hipoteca
Para las personas que estén pagando una hipoteca, el coste de las placas solares puede añadirse a esta. Esta alternativa debe aceptarla el banco, con lo cual no dependerá únicamente del usuario.
5. Crowdfunding
El crowdfunding o micromecenazgo es un modo de financiación colectiva que va ganando adeptos con el paso de los años.
El beneficiario del préstamo también tendrá que devolverlo a los prestadores a cambio de un pequeño interés financiero acordado por contrato. La principal diferencia con el préstamo bancario es que el interés es más pequeño, ya que no hay ánimo de lucro y se hace por conciencia medioambiental.
6. Financiación con la compañía instaladora
Una de las opciones más fáciles y recurrentes pasa por gestionar la instalación y la financiación con la misma compañía.
En este caso, la empresa instaladora, realiza la inversión inicial y el cliente, como beneficiario, podrá devolver la inversión en unos plazos fijados en un contrato.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.