Los datos de noviembre de Red Eléctrica sobre el consumo de energía industrial señalan una disminución del consumo eléctrico por parte de la industria. Concretamente, del 10,1%. Los expertos de Foro Industria y Energía (FIE) lo atribuyen a dos razones fundamentales: el estancamiento de la producción industrial y la puesta en marcha por parte de la industria de medidas de ahorro energético. Habrá una ligera recesión durante 2023.
El último dato disponible del Índice de Producción Industrial referido a la industria manufacturera, descontando la industria vinculada a la generación de energía, señala: un crecimiento de la producción del 1,6%. Para Javier Santacruz, economista y miembro del FIE, este dato indica:
“Un estancamiento de la actividad industrial que, teniendo en cuenta el descenso en el consumo energético, anticipa una recesión ligera a principios de 2023”.
Y añade:
“El descenso del consumo energético no condiciona tanto la producción actual como la futura, ya que afecta más a la planificación de los próximos meses que a la producción presente, habitualmente marcada por compromisos ya contraídos con anterioridad”.
El consumo eléctrico de la industria es uno de los empleados por los economistas como indicador adelantado del PIB. Anticipa el rendimiento de los primeros trimestres del año. Así, señala Santacruz:
“Tanto en España como en Francia (donde el consumo energético industrial se ha retraído un 12%) es evidente que ha habido un frenazo económico. Y la reacción lógica de la industria para reducir la factura energética es vía no consumir”.
Reducción de consumo, otras causas según el FIE
Además, Nuria G. Rabanal, profesora de Economía Aplicada de la Universidad de León y miembro del FIE, explica otras causas de la reducción de consumo. Entre ellas que:
“Las industrias electrointensivas están adoptando modelos de diversificación para conseguir un ahorro de energía. Bien accediendo a subvenciones para instalaciones solares fotovoltaicas o bien recurriendo a otros sistemas de autoconsumo, como las instalaciones pequeñas de biomasa”.
Ante la subida del precio de fuentes de energía todavía esenciales, como gas natural, el FIE destaca la necesidad de: impulsar alternativas en fuentes renovables; así como la puesta en marcha de medidas de eficiencia energética; el uso de mecanismos de compra de electricidad a plazo a través de los mercados cotizados de futuros; o la negociación bilateral con los productores energéticos.
Además, el FIE señala que la crisis energética motivada por el incremento exponencial del precio del gas hace más evidente que nunca la necesidad de acelerar la velocidad del proceso de transición energética. Las fuentes renovables son una herramienta fundamental para la sostenibilidad del sistema. Y tanto desde el punto de vista económico como medioambiental, así como para el futuro de la industria.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela