El Ente Vasco de Energía (EVE) y Garbiker construirán una planta de biometanización para producir gas renovable con residuos orgánicos. Generará la energía equivalente al consumo de 6.000 hogares. La Diputación vizcaína esperan dar respuesta al crecimiento de la recogida selectiva del residuo orgánico prevista. La planta forma parte del nuevo plan de gestión de residuos de la Diputación Foral de Bizkaia para 2030.
Además, este proyecto se enmarca en la Estrategia Energética de Euskadi 2030 (3E 2030) impulsada desde el Gobierno Vasco.
La planta se situará en el Ecoparque de Artigas, junto a la actual planta de compostaje. Ocupará una superficie aproximada de 8.300 metros cuadrados.
Según el plan de la Diputación, es en el residuo orgánico, el del contenedor marrón donde hay mayor margen de mejora. Con respecto a ello, estima que puede multiplicarse por cuatro la recogida de estos residuos para 2030. Las infraestructuras actuales del País Vasco no podrían hacerse cargo de más de 50.000 toneladas. Por tanto, esta instalación complementaría la labor de la planta de compostaje, Bizkaiko Konpostegia, y de las tres comarcales.
El proyecto de EVE y Garbiker
El biogás se generará mediante un proceso de descomposición de la fracción orgánica en ausencia de oxígeno. Tras su purificación, se convertirá en biometano, teniendo las mismas características y comportamiento que el gas natural. Incluso puede inyectarse a la red de gas.
El proyecto de EVE y Garbiker plantea otras posibles opciones para el biogás. Entre ellas, su utilización para generar hidrógeno verde u otros usos renovables.
Otra ventaja de la descomposición del residuo orgánico para producir biogás es que también genera un residuo sólido estabilizado. Se trata del digestato, o digerido sólido. Una vez tratado, genera compost en similares condiciones al residuo orgánico procedente del contenedor marrón. Es decir, sin el proceso previo de obtención de biometano. Este digestato requerirá de un menor tiempo de fermentación y maduración. Así, se favorecerá considerablemente la capacidad de producción de Bizkaiko Konpostegia.
Según las previsiones, una vez en marcha la nueva planta, el flujo de entradas y salidas anuales para el tratamiento de la fracción orgánica sería:
6.000 toneladas a compostar en las plantas de compostaje comarcal.
50.000 toneladas a tratar en la planta de biometanización.
El digestato resultante a compostar en Bizkaiko Konpostegia, planta podría absorber el exceso que hubiera de recogida de orgánico en el contenedor marrón.
Puesta en marcha
La planta de biometanización se ubicará en el ecoparque de Artigas, sobre una superficie de 8.300 metros cuadrados. Además, aprovechará el espacio de una antigua infraestructura ya existente.
Estará junto al citado complejo de tratamiento de residuos, cerca del destino del digestato resultante para su recuperación. De esta manera, se minimizará el impacto ambiental resultante de su transporte.
Para su puesta en marcha, Garbiker y el EVE han licitado la entrada al proyecto de una entidad privada. Aportará el conocimiento técnico y operativo necesarios para la construcción y explotación de la planta. Y, además, una parte importante de la financiación necesaria para su desarrollo.
El contrato se prolongaría durante 25 años. Los dos primeros estarían cubiertos por la inversión inicial y la construcción de la planta. Los otros 23 estarían dedicados a su explotación.
El socio privado se integrará en lo que se conoce como una sociedad de economía mixta, público-privada. Estará constituida durante el primer trimestre del año. Esta entidad se encargará de redactar el proyecto de ejecución, que comenzaría en 2023 y finalizaría antes de acabar 2024.
La biometanización
Es el proceso para producir biogás a partir de la materia orgánica del contenedor marrón. Tras su depuración, se transforma en biometano para su inyección a la red de distribución de gas natural.
Desde la Diputación de Bizcaia explican que tanto el biometano como el hidrógeno verde van a jugar un papel importante en la descarbonización de la economía.
Se trata de una tecnología contrastada. Además, es el sistema de tratamiento para la fracción orgánica con mayor implantación en Europa. Señala la Diputación que el biometano se presenta como:
“Una palanca importante para el cumplimiento de objetivos de integración de energías renovables y de reducción de emisiones”.
Asimismo, añade que la incorporación de este biogás transformado en biometano a la red de gas natural conlleva:
“No sólo una valorización más eficiente del biogás, sino que además aporta flexibilidad. Y tanto para el productor, como para el consumidor”.
Igualmente, la producción estable de biometano implica una producción base de energía que aporta otras ventajas, tales como:
“La descarbonización de diferentes sectores o una mayor independencia energética al territorio al ser una fuente de energía autóctona, que proporciona seguridad energética”.
FUENTE:Diputación Foral de Bizcaia
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Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela