El 2025 será un año decisivo para los proyectos más avanzados de aprovechamiento de la energía del oleaje en Euskadi, conocida como energía undimotriz. Esta fuente renovable, limpia y sostenible ha permanecido durante años en fases experimentales, pero sin lograr una consolidación definitiva. Sin embargo, continúa siendo una pieza fundamental en la estrategia energética del Gobierno vasco como complemento a la eólica y la fotovoltaica. Su objetivo es diversificar el mix renovable para finales de esta década.
El Cantábrico sigue siendo el epicentro de esta ambiciosa apuesta. Un claro ejemplo es la planta de Mutriku, pionera en el mundo, que tras más de una década en operación ha demostrado su potencial al contribuir de manera constante al sistema eléctrico. Esta instalación, desarrollada bajo el liderazgo de la Plataforma de Energía Marina de Vizcaya (BIMEP), ha colocado a Euskadi en el mapa mundial de la energía undimotriz, atrayendo colaboraciones internacionales y posicionándose como un referente en innovación tecnológica. Ahora, el desafío consiste en ampliar su alcance y lograr avances hacia la comercialización.
Retos de la energía undimotriz
Aunque las condiciones marítimas siempre representan una serie de desafíos significativos, el objetivo es aumentar la capacidad instalada. El plan del Gobierno vasco ha identificado una docena de ubicaciones estratégicas para aprovechar el oleaje, pero el verdadero reto radica en desarrollar tecnología que combine alta eficiencia energética con la resistencia necesaria para operar en entornos marinos. Además, se busca consolidar una industria local alrededor de esta tecnología, replicando el éxito alcanzado con la energía eólica.
Un paso clave en esta dirección llegará en 2025 con las pruebas de dos dispositivos en el área de ensayos del BIMEP. Por un lado, un proyecto liderado por la ingeniería Idom, junto a Tecnalia y Mondragón, y por otro, un innovador diseño de la australiana Carnegie, en colaboración con Saitec. Estas iniciativas, seleccionadas en el prestigioso programa EuropeWave, podrían ser decisivas para demostrar la viabilidad de la energía undimotriz y atraer inversiones a gran escala.
Financiamiento de la tecnología undimotriz
El respaldo financiero también jugará un papel fundamental en el avance de la tecnología undimotriz. El presupuesto de 2025 del Ente vasco de la Energía (EVE) incluye una asignación de 1,8 millones de euros para el programa EuropeWave, asegurando continuidad en 2026. Adicionalmente, el programa TurboWave, centrado en la mejora de tecnologías undimotrices, contará con 1,3 millones de euros distribuidos entre las iniciativas vascas Idom y Arrecife, además de otros proyectos en Asturias y Portugal.
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Con estos esfuerzos conjuntos de administraciones públicas, empresas privadas y centros tecnológicos, Euskadi busca posicionarse como un referente en la transición energética, avanzando hacia un modelo más sostenible con la fuerza del mar como protagonista.
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