Las etiquetas sobre eficiencia energética de los electrodomésticos deben simplificarse mediante la introducción de una escala más exigente de A a G, señaló el miércoles el Parlamento Europeo. La mayoría de los aparatos que hay en el mercado cumplen las exigencias de la clase A impuestas en 2010, por lo que han proliferado subcategorías (A+, A++, A+++). Los eurodiputados creen que al imponer requisitos más estrictos se incentivará la mejora de la eficiencia.
Los eurodiputados aprobaron la posición del Parlamento sobre la propuesta de actualización del sistema de etiquetado con 580 votos a favor, 52 en contra y 79 abstenciones. Además, el pleno decidió no votar la resolución legislativa y devolver el texto a la comisión de Industria (tal y como prevé el artículo 61(2) del Reglamento del PE) para la apertura de negociaciones con el Consejo con vistas a lograr un acuerdo en primera lectura.
El PE pide la introducción de etiquetas “reajustadas” para los grupos de productos existentes en un plazo de entre 21 meses y 6 años (dependiendo del producto), para garantizar una escala de A a G homogénea, informa en un comunicado.
Los futuros reajustes del etiquetado tendrán que tener una validez de al menos diez años y deberán llevarse a cabo cuando el 25% de los productos en el mercado de la UE entren en la categoría A, o cuando el 50% sea clasificado en la A y B.
En el momento de introducir un reajuste en las etiquetas, la clase A quedará vacía (en grupos de productos en los que el progreso tecnológico es muy rápido se dejarán vacías las clases A y B), según el acuerdo de los eurodiputados.
Cuando en un grupo de productos no se permita la introducción de aparatos de la clase F y G, estas categorías aparecerán en la etiqueta en color gris, reservando la habitual escala de colores de verde a rojo para las categorías de A a E, explica la nota.
Información sobre el consumo absoluto en kWh
El etiquetado deberá incluir, además de la clase, información sobre el consumo absoluto en kWh en un determinado periodo de tiempo.
Asimismo, los métodos de prueba y de impacto medioambiental, tanto para los fabricantes como para las autoridades de vigilancia del mercado, deberán replicar de la mejor manera posible las condiciones reales de uso de un producto determinado por parte de un consumidor medio.
Además, los eurodiputados proponen establecer una base de datos de productos, compuesta por una página web, destinada a los consumidores, con información sobre cada producto, y una interfaz centrada en el “cumplimiento”, por ejemplo, una plataforma electrónica para apoyar el trabajo de las autoridad nacional de vigilancia de los mercados, disponible en el idioma del país.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.