La Comisión de Industria, Investigación y Energía de la Unión Europa (UE) ha aprobado los nuevos criterios y metodología para la selección de proyectos energéticos de interés común (PCI). Líneas de transmisión de alta tensión, oleoductos, almacenamiento de energía, instalaciones o redes inteligentes, se beneficiarían de procedimientos administrativos acelerados y serían elegibles para recibir fondos de la UE.
«Las normas actualizadas para seleccionar qué proyectos de energía deben recibir apoyo tienen como objetivo hacer que la infraestructura energética transfronteriza sea sostenible y esté en consonancia con el Pacto Verde de la UE».
Así arranca el comunicado del Parlamento Europeo con el que se hacen públicos los nuevos criterios de selección de proyectos energéticos de interés común (PCI).
No habrá ayudas para el gas natural
Una de las decisiones más importantes es la que establece que los proyectos basados en gas natural ya no podrán optar a financiación de la UE. Sin embargo, una excepción temporal permitirá, en condiciones estrictas, que los proyectos de gas natural de la cuarta o quinta lista de PIC sean elegibles para un procedimiento de autorización acelerado.
«Los proyectos seleccionados deberían ayudar a los estados miembros a alejarse de los combustibles fósiles sólidos como el carbón, el lignito, la turba y el esquisto bituminoso», dicen los eurodiputados.
También proponen financiar proyectos que reutilicen la infraestructura de gas natural existente para el transporte o almacenamiento de hidrógeno.
Impulso a los proyectos energéticos de interés común de hidrógeno
Por contra, los eurodiputados han acordado apoyar la financiación del desarrollo de infraestructura de hidrógeno, como electrolizadores, así como la captura y almacenamiento de carbono.
También insisten en la necesidad de apoyar la participación pública en el proceso de selección. «Los proyectos elegibles también deben impulsar la integración del mercado y aumentar la seguridad del suministro», afirman.
Los consumidores no deben ser penalizados
Los eurodiputados reiteran que los proyectos elegibles deben estar en línea con el principio de “eficiencia energética primero”, que estipula que el ahorro de energía es la forma más fácil de ahorrar dinero para los consumidores y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. «El costo de los proyectos debe garantizar que los usuarios finales no sufran una carga desproporcionada, especialmente si eso podría conducir a la pobreza energética», apuntan.
Por último, la legislación no debería afectar el derecho de un país a determinar cómo utilizar sus recursos energéticos y definir su propia combinación energética.
“El objetivo de esta revisión es alinear el Reglamento TEN-E con los objetivos del Pacto Verde Europeo«, ha dicho el eurodiputado principal Zdzisław Krasnodębski.
«También debemos tener en cuenta que las prioridades de la Unión de la Energía siguen siendo válidas y deben reflejarse en las normas que rigen el apoyo a importantes proyectos de infraestructura energética. Aparte de los criterios generales de sostenibilidad, los proyectos seguirían siendo evaluados en función de su contribución a la seguridad energética, la integración del mercado y la asequibilidad para los usuarios finales ”, matiza Krasnodębski.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.