Ayer por la mañana el diario Político filtraba el borrador de un esperado informe encargado por Eurelectric sobre las propuestas de la Comisión Europea de restringir los pagos por capacidad a las centrales de carbón. Según ha difundido el Think Thank sin ánimo de lucro Sandbag el documento se ha redactado con la intención de argumentar en contra de la restricción de estos mecanismos.
Sandbag, que apoya las propuestas de la Comisión, critica que el informe de Eurelectric dice que los pagos por capacidad deben ser usados para invertir en plantas de carbón y extender su vida útil de 40 a 60 años, para lo que estiman que se necesitarían 300 millones de euros. De esta manera, si estos pagos se invirtieran en carbón a lo largo de la década de 2030, se podrían mantener las plantas de carbón de 1980 abiertas hasta finales de 2040.
El Think Tank, con sede en Londres, advierte en un comunicado de que Euroelectric prevé que esto suceda en toda Europa, no sólo en países con una alta dependencia del carbón y calcula que un quinto (29GW) de la flota actual de carbón podría recibirá subsidios de pago de capacidad para invertir en la extensión de su vida útil más allá de los 40 años.
Sandbag llama la atención sobre el hecho de que el informe en cuestión ha sido encargado por Eurelectric a la misma consultora que realizó el informe que justificaba la propuesta de Polonia sobre los mecanismos de capacidad y que se publicó hace unas semanas.
Sandbag ha observado que las conclusiones entre los estudios polacos y europeos son similares: se necesitan subsidios para el pago de capacidad para invertir en la prolongación de la vida de las centrales de carbón a lo largo de los años 2020 y probablemente en los 2030, en lugar de financiar nuevas inversiones para modernizar el sistema eléctrico. «Parece como si Eurelectric quisiera copiar y pegar el modelo propuesto por Polonia» en toda Europa .
Pagos por capacidad
«Las centrales eléctricas de carbón fueron construidas para durar 40 años. Invertir para extender sus vidas a 50 o 60 años suspende cualquier prueba de sentido común que se esté llevando a cabo, ya sea que se trate de cambio climático, contaminación del aire, confiabilidad y flexibilidad del sistema eléctrico, o facturas de electricidad. Cualquier subsidio público después de 2020 debería utilizarse para ayudar a modernizar y limpiar el sistema eléctrico, y no para invertir para extender la vida de viejas plantas de carbón sucio«, asevera Sandbag.
Este Thin Tank ha analizado algunos de los defectos que hace el informe y que le lleva a concluir que invertir en el carbón podría ser una buena idea:
–Subestima el potencial de las renovables, el almacenamiento y la respuesta a la demanda, dando la impresión de que la única opción es entre carbón y gas. Sin embargo, Sandbag recuerda que en los últimos 12 meses, el precio de las energías renovables ha disminuido tanto que tanto la eólica como la solar se están construyendo en Europa sin subvenciones
–Niega la realidad de la acción del cambio climático en Europa. «El estudio afirma falsamente que mantener las plantas de carbón abiertas más tiempo como resultado de los pagos de capacidad no aumentaría las emisiones globales de CO2, alegando que el tope anual de CO2 del ETS haría que otros sectores redujeran sus emisiones, compensando las mayores emisiones en el sector eléctrico«, explica Sandbag.
A su juicio, el estudio intenta ignorar el declive progresivo del sector de la energía del carbón. Doce países de la UE ya están libres de carbón o están en camino de convertirse en zonas libres de carbón para el 2030 como muy tarde (entre ellos Francia, Reino Unido, Finlandia, Portugal y Bélgica), recuerda el Think Tank, que dice que se esperan más promesas nacionales en esta dirección.
–Niega la realidad política en torno al futuro de los mercados de capacidad. El estudio basa todas sus proyecciones en escenarios suponiendo que todos los países de la UE tendrían mecanismos de capacidad a nivel de mercado. Sin embargo, sólo dos países -el Reino Unido e Irlanda- cuentan con un mecanismo de capacidad a nivel de mercado.
–Ignora las externalidades de prolongar la vida útil de las viejas centrales de carbón. En primer lugar, los costes de la contaminación atmosférica procedentes de las centrales de carbón se elevan a miles de millones de euros en costes sanitarios. En segundo lugar, las viejas centrales de carbón son inflexibles y poco fiables, lo que ralentiza la transición a un sistema eléctrico moderno, flexible y confiable, indica.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.