La presentación del estudio “Oil 2019 – Analysis and Forecasts to 2024”, de la AIE, ha tenido lugar en Enerclub. Esta edición, analiza las tendencias clave de oferta y demanda mundiales de petróleo, con previsiones hasta 2024.
El estudio de la Agencia Internacional de la Energía, «Oil 2019 – Analysis and Forecasts to 2024″, se ha presentado en la sede del Club Español de la Energía (Enerclub). En el acto han intervenido Neil Atkinson, Head of the Oil Industry & Markets Division de AIE, y Arcadio Gutiérrez, director general de Enerclub.
El titular de nuestra noticia sobre el informe de la AIE del 2018 era: «El mercado del petróleo se ajustará en 2023 con un mayor riesgo de volatilidad». Sin embargo, la presente edición parece haber cambiado ese signo y como consecuencia de muy diversos factores.
La presente edición de Oil 2019 analiza las tendencias clave de la oferta y la demanda mundiales de petróleo. Asimismo, los precios, la producción de refino, el comercio y la infraestructura, con previsiones hasta 2024.
Arcadio Gutiérrez, durante su intervención ha dicho:
“Este informe se publica en un momento interesante para la industria petrolera, en el que la geopolítica va tomando mayor relevancia en los mercados. Se prevé una segunda ola en la revolución del shale de Estados Unidos. Las inversiones upstream han aumentado por tercer año consecutivo, y con la entrada en vigor en 2020 del nuevo reglamento de la Organización Marítima Internacional (OMI)”.
Estados Unidos en Oil 2019
Según las previsiones, Estados Unidos representará el 70% del aumento del suministro mundial de petróleo en los próximos cinco años. Será como consecuencia de la notable fortaleza de su industria de shale.
En consecuencia, la AIE pronostica que se desencadenará una rápida transformación de los mercados mundiales de petróleo. Al final del periodo mencionado, las exportaciones de petróleo de los Estados Unidos superarán a Rusia y se acercarán a Arabia Saudita. Eso provocará una mayor diversidad de suministro.
Asimismo, habrá aumentos significativos por parte de otros países como Irak, Brasil, Noruega y Guyana.
En relación a Estados Unidos, Neil Atkinson mencionó durante su intervención el increíble crecimiento de sus hidrocarburos no convencionales. Desde casi cero en 2010, el crecimiento ha llegado a más de 7mb/d a principios de 2019. También ha indicado que se aproxima la “segunda ola” de revolución del shale. Y ha añadido:
“Ello incidirá notablemente sobre el comercio internacional de petróleo y gas, con profundas implicaciones para la geopolítica de la energía”.
Deceleración de la demanda y periodo de cambios
Oil 2019 anticipa que el crecimiento de la demanda mundial de petróleo se desacelerará, en particular a medida que China se desacelera. No obstante, seguirá aumentando, con un promedio anual de 1.2 mb/d hasta 2024.
Los mercados mundiales del petróleo atraviesan un período de cambios extraordinarios, según la Agencia. Y con implicaciones duraderas en seguridad energética y equilibrio de mercado hasta 2024.
Estados Unidos liderará cada vez más la expansión de los suministros mundiales de petróleo. Como hemos referido antes, también habrá un crecimiento significativo entre productores no pertenecientes a la OPEP, incluidos Brasil, Noruega y el nuevo productor Guyana.
Por su parte, Irak reforzará su posición como uno de los principales productores del mundo. Eso impulsará también el crecimiento dentro de la OPEP hasta 2024. La producción tendrá que compensar las fuertes pérdidas de Irán y Venezuela, así como la frágil situación en Libia.
Upstream y downstream
A más largo plazo, la seguridad del suministro está vinculada a la inversión upstream. Los planes de inversión preliminares por parte de las principales compañías petroleras internacionales indican que la inversión upstream se incrementará en 2019 por tercer año consecutivo. Por primera vez desde la desaceleración de 2015, la inversión en activos convencionales podría aumentar más rápido que los de la industria del shale.
En el sector downstream, los mercados de productos se encuentran en vísperas de una de las mayores reestructuraciones de la historia. Es como consecuencia de las nuevas normas de la Organización Marítima Internacional. Dichas reglas prohíben ya en 2020 el fueloil con alto contenido de azufre (HSFO) en los buques. Así lo ha afirmado Atkinson:
“Los mercados de productos petrolíferos vivirán una profunda transformación con el nuevo reglamento de la OMI.
Si bien no hay duda de que esta transformación será un desafío, será manejable con el tiempo. A medida que la demanda de fueloil con alto contenido de azufre se desplome, habrá suficiente gasoil marino y nuevo fueloil bajo en azufre para compensarlo”.
Actualmente está permitido una media de contenido de azufre en un barril de producto de 0.34%, y este porcentaje disminuirá hasta 0.24% con las nuevas regulaciones de OMI. Los crudos no convencionales tienen como media un contenido de azufre bastante menor, lo que supone operaciones menos costosas para refinarlo.
Y, en ese sentido, Atkinson volvió a referirse al shale de EE. UU.
“Sus barriles son generalmente más ligeros que la media, lo cual significa que se requieren procesos menos complejos de refino para obtener productos finales”.
En todo caso, el análisis actualizado de la AIE muestra que los actores de la industria están en una posición sólida para cumplir a medio plazo la normativa.
Atkinson concluyó terminó la presentación animando a la industria petrolera a seguir trabajando para reducir más su huella de carbono. Asimismo, hizo algunas recomendaciones sobre la quema y fuga de metano, y el uso de CCUS, EOR, hidrógeno y energías renovables.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela