El pasado 22 de marzo, Día Mundial del Agua, Greenpeace presentó su informe sobre carbón y agua. El agua es esencial para la vida en el planeta y desempeña un papel crucial en el desarrollo humano, desde el saneamiento y la salud, la producción de alimentos, el desarrollo económico y por supuesto, la generación de energía.
En el informe se denuncia como la industria del carbón, y en concreto la generación de energía mediante este combustible fósil, está privando al ser humano de ingentes cantidades de agua. En el documento, por primera vez, se evalúa y da a conocer el impacto global que nuestra continua dependencia energética del carbón está teniendo sobre los recursos de agua dulce en el mundo entero. Concretamente, el sector consume actualmente la misma cantidad de recursos hídricos que necesitan 1.000 millones de personas.
[pullquote]El sector del carbón consume actualmente la misma cantidad de recursos hídricos que necesitan 1.000 millones de personas.[/pullquote]
El estudio se ha basado en el análisis de los datos de las 8.359 plantas de carbón que operan en el mundo (incluidas las españolas) y de otras 2.668 que están en proyecto, en total casi 110 países analizados.
Nuestro país con 11.132 MW de potencia de carbón instalada (finales de 2013) nos sitúa en el puesto 14 del mundo en cuanto a consumo de agua por este motivo. Nuestras centrales térmicas de carbón gastan 200 millones de m3/año (de máximo), o lo que es lo mismo consumen lo que 3,4 millones de españoles, suficiente para abastecer a los habitantes de las ciudades de Madrid y de Alicante juntas durante un año.
En su informe Greenpeace denuncia que los gobiernos no están gestionando el agua de forma sostenible, y continúan permitiendo a la industria del carbón aprovechar este valioso recurso bajo su propio interés. No se están llevando previamente a cabo evaluaciones exhaustivas de las consecuencias de todo el ciclo de vida de la electricidad generada por el carbón (minería y lavado del mineral, gestión de residuos de combustión y combustión) y de los enormes impactos que está teniendo en los recursos hídricos.
A ello, se suman los planes para seguir incrementando en el mundo la potencia instalada de centrales de carbón (casi 1.300 GW previstos al final de 2013). Lo que podría sumir a muchas regiones que ya sufren un grave estrés hídrico en crisis humanitaria y grave sequía.
Esta enorme demanda sobre los recursos hídricos, y que afectaría a importantes sectores de la sociedad, podría afectar gravemente a muchos países. En algunos de ellos el conflicto por el agua podría forzar a sus gobiernos a tomar decisiones muy difíciles en relación con el equilibrio en la disponibilidad de agua para, por ejemplo, la producción de alimentos, fuente de alimentación o el abastecimiento de las principales ciudades, así como para el mantenimiento de las necesidades ambientales.
En España evitar esto es responsabilidad de la compañías eléctricas que deben incorporar “con urgencia” el cierre de todas sus centrales térmicas de carbón dentro de sus planes estratégicos. Es también responsabilidad del Gobierno hacer cumplir esto y poner en marcha de una vez por todas una alternativa válida y justa para las comarcas españolas que todavía viven del carbón.
Julio Barea (@juliobarea) responsable de campaña de Greenpeace España
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.