Durante los próximos cuatros años se pondrá en marcha MIGRATE, un macroproyecto para analizar la red eléctrica europea del futuro. En esta iniciativa participan un total de 25 socios de 13 países europeos y su objetivo es profundizar en los problemas técnicos de estabilidad de la red, de calidad del suministro, y del control y seguridad con la integración de las renovables.
La Unión Europea ha financiado con 17 millones de euros esta iniciativa que agrupa a 25 socios de 13 países para hacer frente a la estabilidad, calidad y control de la red eléctrica europea. Entre los socios españoles está Red Eléctrica de España y el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE) que ya han comenzado los trabajos de este proyecto internacional para estudiar el papel que jugará la electrónica de potencia en el desarrollo de la red eléctrica europea.
Pero en total, MIGRATE incluye a 12 operadores del sistema eléctrico, así como a universidades y centros de investigación.
Cada vez más renovables
El objetivo del proyecto MIGRATE “Massive InteGRATion of power Electronic devices” es profundizar en los diversos problemas técnicos claves relacionados con la estabilidad de la red, la calidad del suministro, su control y su seguridad, que surgen del desafío que plantea la creciente utilización de fuentes energías renovables. El proyecto tendrá una duración de cuatro años.
«La pregunta que hay que plantearse es: ¿cuánta electrónica de potencia puede soportar la red?», se pregunta Mariana Stantcheva, oficial de Proyectos de la agencia INEA de la Comisión Europea. Se lo cuestiona porque, en el futuro, la red integrada europea tendrá que hacer frente, en determinados momentos, a nuevos desafíos debidos a las grandes cantidades de electricidad vertida en ella a partir de fuentes eólicas y solares. Tanto la producción de electricidad (debido a la creciente penetración de la energía renovable) como su consumo (a causa de la implantación de sistemas de eficiencia energética, por ejemplo) estarán cada vez más vinculados a la red eléctrica a través de la electrónica de potencia.
Estos efectos plantean desafíos técnicos, particularmente a los operadores de la red, relacionados con la gestión del sistema. Se debe al hecho de que una planta de generación, por ejemplo, carece de la inercia necesaria para garantizar la frecuencia necesaria a 50 Hertz.
Investigaciones futuras
Por su parte, el coordinador del proyecto Andreas Menze, de TenneT TSO, presentó los principales aspectos en los que se centrarán las investigaciones para alcanzar una importante reducción de CO2 en el sistema energético del futuro:
• Maximización de la cantidad de fuentes de energías renovables instaladas manteniendo la estabilidad del sistema.
• Anticipación a los futuros problemas y desafíos.
• Identificación de la necesidad de nuevos esquemas de control/ protección y posiblemente nuevas reglas de conexión a la red.
En el largo plazo, se necesitarán innovadoras soluciones de base tecnológica para gestionar la transición hacia un sistema eléctrico HVAC en el que toda la generación y consumos esté conectada al 100% con electrónica de potencia, basada en algoritmos innovadores de control junto con nuevos standards de conexión a red.
RedActiva
Mientras a nivel europeo se está desarrollando este proyecto, en España, RedActiva es una iniciativa que pretende contribuir a mejorar la eficiencia, seguridad y capacidad de respuesta de estas redes ante posibles incidencias, teniendo en cuenta también el nuevo escenario que se abre con la popularización de las energías renovables, siempre con el objetivo de la automatización.
Liderada por Unión Fenosa Distribución, cuenta con la participación de empresas como Ingeteam, Ormazabal y Viesgo. Colaboran además la Universidad de Cantabria y el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE). Cuenta con un presupuesto de 3,8 millones de euros, financiados en parte a través del programa RETOS del Ministerio de Economía y Competitividad.
En definitiva, en un sistema en el que las renovables tienen cada vez mayor presencia, la producción de energía resulta más imprevisible, porque está sujeta a elementos naturales que no se pueden ajustar a la demanda estimada, como sucede con las fuentes de energía convencionales. Así, las redes están cada vez más expuestas a los picos de alta y baja tensión, que pueden producir daños tanto en los centros de transformación como en los equipos enchufados a ellas. Automatizar las redes permitiría equilibrar la predicción de consumo con la producción y evitar los mencionados picos.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.
Gracias por esta interesante información y por precisar las fuentes. Desconocía el trabajo que se estaba haciendo para integrar de forma segura las renovables en el sistema eléctrico. Ayuda a entender que si queremos aumentar las renovables, debemos hacer esfuerzos técnicos y económicos. No es tan sencillo como determinados sectores quieren dar a entender. Europa está invirtiendo billones € en la interconexión entre países del Norte de Europa con el objetivo de integrar sus renovables. En España podemos realizar intercambios con Francia, alcanzando los 2,8 GW, pero se me antoja insuficiente si queremos aumentar las renovables, reduciendo a su vez energía nuclear, carbón o gas.