En España es cada vez más una realidad que se puede funcionar sin generar energía con carbón. Durante el pasado sábado y gran parte del domingo, según datos de REE, ninguna central térmica aporto energía al sistema eléctrico de nuestro país. Es la primera vez que ocurre, aunque es cierto que se debió a una inhabitual conjunción de factores.
El ocaso del carbón va haciéndose más patente. Hemos comentado anteriormente que las empresas energéticas están poniendo fecha para el cierre de las térmicas en nuestro país. Pero hasta ahora no había ocurrido que las térmicas no intervinieran en el mix energético. Y así ha sido durante casi todo el fin de semana pasado.
Las condiciones fueron de lo más favorables e inusuales, eso es verdad. Según REE (Red Eléctrica Española), durante esos días se disparó la producción de renovables hasta el 62,7%. Recordemos que aunque dependa de la potencia instalada, la generación requiere unas condiciones meteorológicas favorables. Si la media de la generación de renovables de este año está en el 38,2%, el sábado tuvo un fuerte impulso por la eólica. Durante ese día, llegó al 42,4%, el doble de lo que viene haciéndolo este año (21,3%). Además, los registros de la hidráulica también ayudaron, ya que pasaron del 9,3% de media este año al 16,8% ese día.
Otros factores
Otro factor que contribuyó fue que la industria de gran consumo, la electrointensiva, funcionó a medio gas
. Tal es el caso de Arcelor en Asturias. El hecho de que la siderúrgica tenga menos producción ha motivado que no arrancara la central que EdP tiene en Aboño. Arcelor trabaja estos días por debajo de la mitad de su capacidad, como consecuencia de las obras de Avilés y de la parada de las líneas acabadoras de Gijón.
Otro ejemplo es la fábrica de aluminio de Alu Ibérica en A Coruña, la antigua Alcoa. Sus cubas de electrólisis, una de las mayores consumidoras de energía de la comunidad, están apagadas. El nuevo propietario de la factoría de A Grela sólo opera con la fundición.
Alto coste de generar energía con carbón
Otros aspectos a tener en cuenta son los elevados precios de producción de energía en las térmicas. Al alto precio del carbón se unen los derechos de emisión, que hacen de los ciclos combinados una opción más rentable como fuente de respaldo. Su presencia en el mix se ha duplicado, pasando del 10,5% de 2018 al 21,3% este año.
Además, la desaparición de los pagos por capacidad ha motivado una caída de la rentabilidad de las centrales. Ya comentamos recientemente que la rentabilidad era uno de los problemas que alegaban las empresas para solicitar el cese de actividad de las centrales. Eso, dejando a un lado los problemas que se plantean antes los compromisos que tenemos con respecto al cambio climático.
Como ejemplo, Iberdrola y Naturgy, que han pedido el cese de la actividad en las de Lada y Soto de la Barca, respectivamente.
Coincidiendo con las movilizaciones
El fin de semana, que ha vivido el hecho insólito de no generar energía con carbón, ha coincidido con movilizaciones en A Coruña. De hecho, la ciudad tuvo una marcha en demanda de una transición justa como consecuencia del cierre de la térmica de As Pontes.
El alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, explicaba:
«Estamos de acuerdo en la lucha contra el cambio climático, pero exigimos una transición justa».
Pidió a Endesa voluntad para garantizar la continuidad de los puestos de trabajo, ya que más de 700 familias dependen de la central.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela