El Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE ha debatido los objetivos de reducción de vertidos y emisiones contaminantes hasta 2030. España, junto a los demás países de la UE, respalda el Plan de Acción europeo. Es una guía de actuación para atenuar los impactos que estas sustancias generan sobre la salud humana y los ecosistemas. En la reunión, han debatido temas tan importantes como el reglamento de pilas, baterías y gestión de residuos.
La vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha mantenido diversas reuniones bilaterales. Entre ellas, con el comisario Sinkevičius para impulsar la agenda antártica. Además, con el vicepresidente primero de la Comisión, Frans Timmermans, con quien ha abordado el paquete “Fit for 55%”. El tema tratado está relacionado con el cumplimiento de la nueva meta climática de la UE y la transformación económica e industrial justa.
Teresa Ribera ha aludido a la formulación de los objetivos de calidad del aire. Ha dicho que se necesitan normas comunitarias jurídicamente vinculantes plenamente alineadas con las recomendaciones de la OMS y la mejor ciencia disponible. Asimismo, ir precisando un calendario para la transición hacia un parque de vehículos cero emisiones en la UE.
Plan de Acción
El Plan de Acción comunitario para la Contaminación Cero constituye uno de los compromisos integrados en el Pacto Verde de la UE. Entre sus principales objetivos:
- Reducir en más del 55% las muertes prematuras y afecciones sobre la salud humana derivadas de la contaminación atmosférica;
- Rebajar en un 25% los ecosistemas comunitarios amenazados por la misma causa; y en un 30% la tasa de personas que sufren molestias crónicas por la contaminación acústica provocada por el transporte;
- Bajar a la mitad la pérdida de nutrientes del suelo y el uso de fitosanitarios en agricultura y ganadería;
- En cuanto a los plásticos, limitar en un 50% los residuos plásticos en el medio marino y en un 30% los microplásticos liberados al medio ambiente.
El documento analizado en el Consejo pide que los estados miembros de la UE asuman una aplicación más estricta de la Directiva Marco del Agua. Eso incluye una mejor vigilancia y reducción de la contaminación de determinadas sustancias en las aguas superficiales y subterráneas.
La finalidad última del Plan de Contaminación es incluir la prevención de la contaminación, en todas las políticas de la UE. Y sin importar si es la atmosférica, la del suelo, de las aguas, incluso la acústica. Y, además, acelerar los plazos para su aplicación.
ESTRATEGIA DE ADAPTACIÓN
Asimismo, los ministros han aprobado las conclusiones del Consejo sobre la Estrategia de la UE de Adaptación al Cambio Climático. En ella, se reconoce la importancia de instrumentos como la plataforma europea Climate Adapt y el Observatorio Europeo sobre Salud y Cambio Climático. Son especialmente importantes para desarrollar políticas de adaptación más inteligentes y sistémicas.
También incide en la necesidad de contar con indicadores de riesgos y vulnerabilidad que permitan medir la aplicación de la Estrategia. Asimismo, canalizar la financiación, aún escasa, a los proyectos de adaptación al cambio climático. En el contexto actual post COVID, crear sociedades más resilientes es un objetivo compartido.
Reciclaje de baterías en el Plan de Acción
En el transcurso de la sesión, se revisó también el informe de progreso sobre el futuro reglamento de pilas, baterías y gestión de sus residuos. La propuesta de la Comisión está sometida aún a negociación en el Consejo y el Parlamento Europeo. Busca: garantizar requisitos mínimos de sostenibilidad para las pilas y baterías – portátiles, de automoción, industriales y de vehículos eléctricos- en el mercado comunitario; mejorar las cadenas de suministro al cerrar el ciclo de materiales; y reducir su impacto en todas las fases de su vida útil.
Entre las novedades, el futuro reglamento incorporará: nuevas exigencias de seguridad frente a sustancias peligrosas; el uso de materiales recuperados en el proceso de fabricación; y requisitos adicionales de conducta responsable por parte de los fabricantes.
Asimismo, incrementa los objetivos de recogida de pilas portátiles -del 45% actual al 70% en 2030- y la totalidad de las baterías industriales y de automoción. El texto regulará asimismo la segunda vida de las baterías de vehículos eléctricos. Además, establece como obligatorio un código QR con información sobre las características de cada batería y un ‘pasaporte’ individualizado para mayor transparencia y trazabilidad.
España ha valorado positivamente la propuesta. Sin embargo, considera que en lo relativo a la gestión de los residuos de pilas y baterías, debería alinearse con la Directiva Marco de Residuos. Y, además mantener el margen de actuación que tienen los Estados Miembros.
Ribera ha recordado que la nueva regulación es especialmente oportuna. Sobre todo, en un contexto en el que estos componentes de almacenamiento serán estratégicos para promover el cambio hacia una movilidad electrificada, más ecológica. Además, es el momento de impulsar la energía limpia y la neutralidad climática.
Otros puntos sometidos a debate en el orden del día del Consejo, además del Plan de Acción, fueron: la alianza sobre descarbonización en el transporte; la prevención del fraude en biocombustibles; y el Convenio del Agua sobre protección de cursos de agua transfronterizos y lagos internacionales.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela