Según un documento al que ha tenido acceso ‘El País’, España ha pedido a Bruselas salirse del sistema europeo del precio de la electricidad. El Gobierno propone una herramienta para “desvincular” el efecto del elevado valor del gas sobre el precio final de la energía. El objetivo es que España, así como los países que quieran adherirse, puedan beneficiarse en la factura final del menor coste de las energías limpias.
La reclamación española aparece en un documento oficioso que circula por España unas horas antes de la cumbre de Luxemburgo. Los ministros europeos de Energía van a celebrar una reunión extraordinaria para estudiar medidas frente a una crisis energética que amenaza la recuperación postpandemia.
El citado documento, según El País, señala:
“En situaciones excepcionales, debe permitirse a los Estados miembros adaptar la formación del precio de la electricidad a sus situaciones específicas”.
Precio de la electricidad propio
El Gobierno pretende romper con el actual mecanismo de fijación de precios de electricidad ‘marginalista’. Es el que rige en toda la Unión Europea. Según el mismo, la energía más cara que entra en el sistema es la que marca el precio del resto de fuentes.
Este sistema es el causante del encarecimiento a escala global del gas. Y eso, con independencia de que la producción de renovables en países como España pudiera abaratar el precio de la electricidad.
Según el documento, España propone:
“En estas circunstancias extraordinarias, en lugar de la señal de precio marginal pura (contaminada por los picos de los precios del gas), el precio de la electricidad se obtendría como un precio medio con referencia también al coste de las tecnologías limpias inframarginales (especialmente las renovables)”.
Y, además:
“El precio de la electricidad estaría directamente vinculado a los mix de producción nacionales; protegiendo al mismo tiempo a los consumidores de volatilidades excesivas; y permitiéndoles participar en los beneficios que proporciona un mix de generación más barato”.
España no está dispuesta a esperar los lentos tiempos de Bruselas y la lenta reacción de la Comisión frente a la escalada de precios. El Gobierno quiere que España siga su propio ritmo, más acelerado. Además, persigue, ante la pasividad de Bruselas a corto plazo, poder tener flexibilidad ante la crisis energética.
Asimismo, España fija, con esta postura, su posición ante los países más reacios a cambiar el sistema de formación del precio de la electricidad. En consecuencia, buscará apoyos en el consejo de ministros extraordinario de Luxemburgo.
El documento con la propuesta
El documento español llega pocas horas después de que 9 países de la UE firmaran una carta plantando cara a las reclamaciones de España. Los países firmantes son: Alemania, Austria, Países Bajos, Irlanda y Finlandia. Así explican en dicha carta:
“No podemos apoyar ninguna medida que entre en conflicto con el mercado interior del gas y la electricidad; como por ejemplo una reforma ad hoc del mercado mayorista de la electricidad”.
La alineación de los países coincide, en parte, con los llamados frugales, también conocidos como halcones. Son los que al principio de la crisis sanitaria se resistieron a adoptar medidas excepcionales frente a la crisis económica provocada por la pandemia.
En contrapartida, España pide medidas drásticas frente a la actual crisis energética, como antes lo hizo frente a la económica. Ahora reclama a Bruselas, entre otras cosas, la posibilidad de limitar el precio del gas. Tras la reciente cumbre europea, España ha rebajado su ambición con respecto a la compra conjunta de gas. Sigue insistiendo en la idea, aunque el rechazo de distintos países, con Alemania a la cabeza, no augura el éxito de la fórmula.
Herramienta para abaratar el precio de la electricidad
Por tanto, España defiende también una vía alternativa: ‘una cartera europea de opciones de contratos’. Esta vía permitiría desplazar las compras de gas hacia terceros países cuando los suministradores habituales, especialmente Rusia, no cubran los picos de demanda.
España propone que en momentos como el actual se realicen subastas a nivel europeo para conseguir volúmenes adicionales de gas a precios asequibles. Cada país de la UE, en función de sus necesidades, podría activar esa línea de adquisición alternativa cuando vean amenazada la seguridad energética.
Como herramienta a medio plazo, el Gobierno se ha comprometido a explorar dos medidas, presentadas en una comunicación hace unos días: la plataforma de compra conjunta y la creación de reservas estratégicas.
El resto de propuestas del Ejecutivo comunitario se centraban, en gran medida, en ayudas e iniciativas fiscales de apoyo a los colectivos y empresas vulnerables. Es algo que contempla la legislación europea.
La vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, cargó contra ellas por no estar “a la altura de las circunstancias”.
En el Consejo Europeo del pasado jueves y viernes en Bruselas, los 27 no lograron más que unas conclusiones de mínimos. Entre ellas, que el Ejecutivo comunitario estudie posibles deficiencias del marco energético actual; asimismo, que revise el mecanismo de comercio de derechos de emisiones de CO2. La UE también se comprometió a hacer un seguimiento en la próxima cumbre de líderes en diciembre.
Según destaca el documento que España lleva a Bruselas:
“Tiempos excepcionales exigen medidas excepcionales con carácter de urgencia”.
Además, detalla cómo cada incremento de 1 euro por MWh en el precio del gas natural representa 2.700 millones de euros al año en costes adicionales de electricidad para todos los consumidores europeos:
“Desviando recursos de la transición energética y la recuperación económica”.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela
Que ganas de marear la perdiz y de confundir al personal. Si de verdad quisierais bajar el recibo de la luz, lo podríais hacer mañana mismo: anulando todo lo que no tiene relación directa con el consumo de electricidad y bajando los altísimos impuestos. Para eso no necesitáis esconderos detrás de Bruselas.
Si señora. El precio de España mucho más caro!