La Comisión Europea (CE) señaló este martes que existe «incertidumbre» sobre si España y otros seis Estados miembros de la Unión Europea alcanzarán sus objetivos de energía renovable en 2020, que de media deberían llegar al 20 % de energía verde para el final de la década actual.
«Para siete Estados miembros, existe cierta incertidumbre sobre si alcanzarán los objetivos de energía renovable para 2020», indica el Ejecutivo comunitario en el cuarto informe de progreso sobre la Unión de la Energía, donde se analiza la eficiencia energética, el avance de las renovables o la industria de las baterías eléctricas en la UE.
La Comisión Europea se refiere en concreto a Austria, Alemania, Letonia, Rumanía, Eslovenia, Eslovaquia y España, este último con un objetivo de al menos el 20 % del consumo de energía final para 2020 y un registro del 17,5 % al cierre de 2017, según datos de Eurostat.
El informe de la CE, sin embargo, no analiza específicamente país por país y se limita a hacer balance general de los progresos en materia energética desde que en 2014 se lanzó la Unión de la Energía, con el objetivo declarado de que esta sea «segura, asequible y respetuosa con el clima» en el marco de un mercado más integrado.
«Europa ha puesto en marca el marco legislativo más ambicioso del mundo sobre clima y energía. Hemos acordado la normativa para alcanzar nuestros objetivos de energía renovable de 2030, con metas más altas para renovables (32 %) y eficiencia energética (32,5 %)», declaró el comisario europeo de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete.
El informe viene acompañado de un anexo que reclama más esfuerzos para crear una industria europea de baterías eléctricas para que la UE reduzca su dependencia de competidores, pensando especialmente en el desarrollo del vehículo eléctrico, donde la pila representa en torno al 40 % del valor de los coches.
No obstante, aún queda «un largo camino» por recorrer y es necesario continuar «desplegando energía renovable a través de la UE» y esforzarse para «ahorrar más energía», agregó el eurocomisario, quien semanas atrás presentó, como legado, una hoja de ruta para que la UE sea neutra en carbono en 2050, en línea con el Acuerdo Climático de París.
Emisiones de CO2
La UE, cuya economía creció un 58 % entre 1990 y 2017 mientras que sus emisiones contaminantes se redujeron un 22 %, tiene un objetivo general de reducir en 2020 sus emisiones contaminantes en un 20 % respecto a los valores de 1990 y está «en una senda creíble» para alcanzar esa meta, agrega el informe.
No obstante, el estudio indica que «hay que intensificar los esfuerzos» especialmente en eficiencia energética, teniendo en cuenta que tras se produjo una caída del consumo energético entre 2014 y 2017 que parece haber repuntado «en los años recientes».
Otra de las herramientas para limitar la llegada de dióxido de carbono a la atmósfera es el sistema europeo de comercio de emisiones conocido como ETS, que pone un precio al carbono emitido y al que sometidas las industrias pesadas, las plantas de generación de energía y la aviación, que ha sido renovado para la década 2021-2030 y que la Comisión Europea ve como «robusto».
Mercado integrado
El informe sostiene que la Unión de la Energía ha favorecido una mayor integración del mercado energético en la UE, que tiene fijadas unas metas de interconexiones del 10 % para 2020 y del 15 % para 2030.
Bruselas sostiene que se ha registrado una mayor convergencia de precio en los puntos transfronterizos y un sistema conjunto de mecanismos de capacidad compatible con las reglas del mercado único y con los objetivos de descarbonización.
También el mercado del gas ha avanzado, de manera que todo gasoducto que llega a la UE debe respetar la normativa energética comunitaria (aunque no hasta que los conductos llegan a una frontera comunitaria, como el caso del Nord Stream II que envía gas ruso a Alemania).
Baterías eléctricas
El informe viene acompañado de un anexo que reclama más esfuerzos para crear una industria europea de baterías eléctricas para que la UE reduzca su dependencia de competidores, pensando especialmente en el desarrollo del vehículo eléctrico, donde la pila representa en torno al 40 % del valor de los coches.
Las presas hidráulicas, que actualmente representan el 90 % de la capacidad de almacenamiento de energía de la UE, se verán superadas por las baterías eléctricas en 2050, según las estimaciones de la Comisión Europea, con una demanda creciente de unos 400 GWh para 2028 que podría generar entre tres y cuatro millones de empleos adicionales.
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.