En 2019, España tuvo un descenso del 6,2% de emisiones de CO2, con respecto a 2018. Las emisiones brutas de gases de efecto invernadero alcanzaron los 313,5 millones de toneladas. Todos los sectores apoyaron ese descenso, salvo el transporte y los residuos.
No ayudaron mucho las condiciones climatológicas durante el 2019. La producción hidráulica descendió un 27,6%. A cambio, el contexto económico fue favorable -el PIB creció un 2%- y la población creció un 0,8%, superando los 47 millones de habitantes por primera vez. Los datos indican que hubo un desacoplamiento de emisiones y economía, salvo en los sectores de transporte y residuos.
El Ministerio para la Transición Ecológica ha dado a conocer estos datos. Proceden del Avance del Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), que el Gobierno envía a la Unión Europea anualmente.
La ministra, Teresa Ribera, ha señalado:
«El proceso de descarbonización en España ya ha comenzado”.
Ribera destacó que la caída de las emisiones de CO2 durante el año pasado se produjo con crecimiento económico, destacando que éste puede ser «sostenible«.
«Ahora nos toca un desafío más complicado: debemos reactivar la economía. Pero estos datos nos muestran que es posible pensar en el progreso, el empleo, la actividad industrial y la movilidad siendo sostenibles; y desacoplando definitivamente las emisiones de gases de efecto invernadero de nuestro bienestar, de nuestro empleo y de nuestra actividad económica. Porque la transición ecológica genera modernización industrial, innovación y mejor confort y mejor salud para el conjunto de los españoles».
Las emisiones de CO2 en general
El nivel de emisiones de CO2 ha aumentado en España un 8,3%, comparando con los datos de 1990. A cambio, ha bajado un 29,3%, con respecto a 2005. El dióxido de carbono (CO2) abarca un 80,1% de esas emisiones, por delante del metano (12,8%).
El sector de mayores emisiones de CO2 fue, como en años anteriores, el del transporte, con un 29% de las emisiones de CO2 equivalente. Por detrás, la industria (20,6%); la generación de electricidad (13,5%); la agricultura y ganadería en su conjunto (12,5%); el consumo de combustibles en los sectores residencial, comercial e institucional (8,8%); y los residuos (4,3%).
Las emisiones procedentes de instalaciones sujetas al Sistema Europeo de Comercio de Derechos de Emisión (ETS) cayeron un 14% con respecto a 2018. Por su parte, las de los sectores difusos, un 1,6%: residencial, comercial e institucional; transporte; agrícola y ganadero; gestión de residuos; gases fluorados e industria no sujeta al comercio de emisiones.
Sin embargo, las de la aviación doméstica aumentaron un 7,4%.
Por sectores
- Las emisiones de CO2 por sectores tuvo en el transporte su principal contribuyente, con un 29% del total). Aumentó un 0,7%, debido principalmente al transporte por carretera, que por sí solo supone un 26,8% del total de las emisiones. El incremento interanual ha sido del 0,6%, por la subida en el consumo de gasolina (5,7%), a pesar del descenso del diésel (-0,4%). Las emisiones del transporte aéreo nacional, aunque sólo suponen un 1% del total, se incrementaron un 7,4% respecto al año anterior.
- La generación eléctrica, que supone el 13,5% de las emisiones, tuvo una disminución del 28,7%. Principalmente se debe al descenso de producción eléctrica con carbón (-64,9%). Además, la producción eólica aumentó (9,4%), así como la solar fotovoltaica (19%) y la solar térmica (16,8%). La producción eléctrica en centrales de ciclo combinado subió un 85,9% respecto a 2018.
- En la industria, el 20,6% del total, se redujeron las emisiones en un 2,9%, las procedentes del consumo de combustible (-1,3%) y las de los procesos industriales (-6,5%). Especialmente señalables son los descensos de los sectores de minerales no metálicos ( -7,1% en el del cemento); asimismo, de la metalurgia (-15,1% en la producción de aluminio primario y -19,4% en la producción o transformación de metales no férreos).
- Por lo que respecta al sector residencial, comercial e institucional, el 9% del total, experimentó un descenso del 3%. Se debió a un menor consumo de gasóleo C por cuestiones de climatología. El año fue el sexto más cálido desde 1965.
- Con respecto a la maquinaria agrícola, forestal y pesquera, el 3,7% del total, las emisiones se redujeron un 1,3%. Fue consecuencia del descenso de consumo de Gasóleo B.
- El sector agropecuario, con el 12,5% del total, muestra un descenso del 1,4%. En ganadería, pese al ligero crecimiento de cabañas ganaderas, que suponen un 67,2% de las emisiones del sector, bajaron un 0,4%. Principalmente, en la gestión de estiércol (-1,0%) y la fermentación entérica (-0,1%). Las emisiones de los cultivos disminuyeron un 3,4%, fundamentalmente por los descensos de emisiones de N2O derivadas de la gestión de suelos agrícolas. Fue consecuencia de un menor uso de fertilizantes inorgánicos respecto al 2018 (-3,2 %) y de emisiones de CO2 derivadas de la aplicación de urea (12,4%).
- En cuanto al sector de los residuos, el 4,3% del total, aumentó ligeramente sus emisiones, el 0,7%. Fue consecuencia del incremento de las cantidades de residuos sólidos depositados en vertederos y aguas residuales tratadas.
- Las emisiones derivadas de la combustión en refinerías (3,5% del total) disminuyeron un 3,6%, según datos del régimen ETS; las de gases fluorados (1,5% del total) se redujeron un 5,2%, principalmente por el descenso en el uso de HFC y PFC en el sector de la refrigeración y aire acondicionado.
FUENTE
: MITECO
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela