Hablamos con Fernando Romero, director general de Energía, Innovación y Desarrollo Fotovoltaico (EiDF Solar), una empresa de ámbito nacional. Su objetivo es la reducción del coste energético en la actividad empresarial a través del uso de la energía solar fotovoltaica como fuente renovable, limpia y no contaminante. Están especializados en instalaciones de autoconsumo energético fotovoltaico para empresas de todos los sectores y tamaños.
Y, como decíamos, es una de las empresas que más crecen en Europa.
Además, ofrecen un servicio integral de ingeniería en proyectos energéticos: construcción, instalación, promoción, explotación y mantenimiento de sistemas de energía solar fotovoltaica. Asimismo se encargan de: el estudio previo de viabilidad, el proyecto de ingeniería, el mantenimiento, la tramitación legal y administrativa y el asesoramiento técnico.
Ellos mismos se definen no sólo como una ingeniería, sino también como una instaladora eléctrica de baja y media tensión, 100% nacional, de origen gallego. Cuentan con amplia experiencia y conocimiento en el sector y dicen tener los servicios con la mejor relación calidad-precio del mercado.
Fernando Romero, su director general, nos ha hablado del momento que vivimos y sobre ciertos aspectos relacionados con el autoconsumo fotovoltaico.
-La pandemia ha supuesto un parón para el despegue del autoconsumo fotovoltaico. ¿Cómo ha afectado a EiDF?
-La pandemia fue lo que fue: inesperada, caótica, preocupante, creadora de inseguridad y sobre todo incertidumbre. Esto conllevó una alteración lógica de los planes de negocio de todas las compañías y sectores. No obstante, el autoconsumo fotovoltaico, y concretamente nuestro caso, no se vio afectado, en contraste con otras actividades. Con mucho esfuerzo conseguimos mantener la tasa de crecimiento del plan de negocio.El Covid apenas tuvo incidencia en nuestra facturación y resultados finales. A pesar de los dos meses de inactividad (decretamos un ERTE y estuvimos bajo servicios mínimos), en 2020 conseguimos incrementar en un 32 % nuestra cifra de negocio, superando los 20 millones de euros. Logramos firmar más de 250 contratos que suponen una potencia solar instalada de 38 MW.
-¿Cómo se presenta este año y qué previsiones tiene EiDF de cara al sector?
-Encaramos el 2021 con un reto principal: convertirnos en empresa cotizada. Y estamos a las puertas de conseguirlo. Hemos cerrado una ampliación de capital por 12 millones de euros, previa a la salida al BME Growth. En estos momentos estamos inmersos en la fase documental y administrativa para completar el proceso, por lo que esperamos que en los próximos meses este reto sea ya una realidad.Este logro supondrá para nosotros un punto de inflexión en nuestra trayectoria. La entrada de financiación nos permitirá cumplir nuestros objetivos, orientados a la integración vertical del negocio.Queremos seguir ampliando nuestras cifras en el área de autoconsumo empresarial y reforzar la unidad de generación. A estas actividades, añadiremos la comercialización para completar el ciclo en proyectos de energía solar fotovoltaica. Produciremos en nuestros parques la energía que suministraremos en exclusiva a nuestros clientes de autoconsumo (+ de 2.000). Y, a través de la comercializadora, también podremos dar respuesta a la necesidad de nuestros clientes de gestionar sus excedentes de producción energética.
-Sobre la subida de precios de los paneles chinos, ¿Cómo cree que lo va a asumir el mercado?
-Ha habido varias circunstancias que han desencadenado una situación esperpéntica en los precios de los módulos. El incendio en una de las mayores fábricas de módulos de polisilicio fue el primer aviso de lo que se veía venir y derivó en problemas de suministro en esta materia prima. A esto se sumó el encarecimiento del precio de los fletes, lo que ha provocado una subida del coste de los paneles; y a ello se une el interés de los fabricantes y las navieras.En resumen, que están aprovechando el momento para hacer caja. Esperamos que el sector valore este punto y entre todos llevemos esto a una situación normalizada donde no haya un solo ganador.
-En términos generales, ¿Cómo influye una instalación de autoconsumo en una industria? ¿Qué ventajas económicas y de impacto ambiental tienen?
-La instalación de paneles solares para autoconsumo es la vía más eficaz que tienen las empresas para conseguir ahorros energéticos y mejorar su competitividad. La factura eléctrica es uno de los costes más altos que deben afrontar las compañías, por lo que necesitan alternativas. Los ahorros estimados están en torno al 40-60 % de la factura eléctrica anual.El autoconsumo se ha consolidado entre las empresas por sus múltiples ventajas: económicas, ambientales y sociales. Además, todas las empresas son susceptibles de beneficiarse del autoconsumo, independientemente de su tamaño o actividad. Si bien hay ciertos sectores más proclives a este tipo de instalaciones: industria agroalimentaria, metalurgia, madereras, etc.En el aspecto ambiental, estamos viendo que las empresas son más conscientes de su huella en el entorno. Por ello, buscan reducir sus emisiones de CO2 a través del uso de una energía limpia y no contaminante. Este aspecto genera además una buena imagen de marca.
-Probablemente, aprovechar al máximo el rendimiento de energía generada en la propia instalación es lo más rentable. ¿Recomienda el almacenamiento en baterías de litio? ¿Es mejor verter a red la producción y compensar según el consumo?
La compensación o venta de excedentes es también un punto atractivo a la hora de apostar por el autoconsumo. Puede convertirse en una vía de ingresos en los momentos de bajo consumo, pero en los que sigue habiendo producción. En determinadas actividades es muy interesante. Por ejemplo, entre los regantes: son consumidores estacionales y la compensación o venta de los excedentes de energía durante los meses de invierno les beneficia económicamente.Yo apuesto por la generación distribuida; que el sistema regule su capacidad y la conexión de las instalaciones fotovoltaicas para beneficio de todos los consumidores, pudiendo aprovecharse por cercanía de los puntos de producción. Esto además evita las pérdidas de energía en la red de transporte y reduce las emisiones.El mercado de las baterías está en plena maduración y los precios son cada vez más competitivos. Quedan unos años para su integración tecnológica y de costes, aunque cada vez podemos decir que vamos más rápidos.
Agradecemos a Fernando Romero sus respuestas y deseamos mucha suerte, tanto a él como a EiDF. Hasta pronto.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela