La energía nuclear reafirmará su papel en la transición energética como una fuente de electricidad gestionable y baja en carbono. Así lo señala un reciente informe de Citi GPS (Global Perspectives & Solutions). Darán forma a su futuro la fusión y la fisión avanzada. En ellos, se incluyen los reactores modulares pequeños (SMR) y los reactores avanzados (AR). Desde la autorización de desmantelamiento a la central de Garoña, el debate vuelve a primera plana.
Según el informe “Future of Nuclear Energy in a Low-Carbon Environment”:
“La energía nuclear, una de las fuentes de electricidad masivas con bajas emisiones de carbono durante todo su ciclo de vida, crecerá exponencialmente en diferentes partes del mundo y se priorizarán y desarrollarán diferentes diseños”.
El crecimiento vendría impulsado por los avances potenciales en materia de nuevas tecnologías, que se vuelven escalables y comerciables.
Y añaden:
“La lucha contra el cambio climático y la importancia de las fuentes de generación eléctrica con bajas emisiones de carbono deberían asegurar inevitablemente una cuota de mercado para la energía nuclear”.
Los responsables del estudio de Citi GPS calculan que la nuclear podría evitar la emisión de 63 Gt de CO2 en el horizonte 2050.
Nuevas tecnologías, fundamentales para la nuclear
Señala el informe que la energía nuclear puede tener un prometedor futuro. Pero eso dependerá, en gran medida, en las nuevas tecnologías que se están desarrollando. Se necesitarán tanto una mayor eficiencia energética, como incrementar la seguridad de su uso. La construcción a gran escala de centrales nucleares convencionales seguirá avanzando, aunque irá dejando paso a reactores de nueva generación.
Las tecnologías que formarán parte del futuro de la energía nuclear son:
- La fisión avanzada, incluyendo los reactores modulares pequeños (SMR);
- Los reactores avanzados (AR);
- Y la fusión.
Así, la energía nuclear se asegura un papel fundamental en la era de la transición energética como una fuente de generación libre de emisiones contaminantes.
Y destacan:
“Tanto la fisión avanzada como la fusión nuclear están preparadas para contribuir a los compromisos de cero emisiones netas a nivel mundial”.
El informe anticipa que los SMR y los reactores de fisión avanzados se implementarán antes en el mundo que la fusión. Eso sí, con excepción de Rusia y China. Asimismo, prevén que los reactores basados en energía de fusión no se comercialicen hasta mediar o finalizar la próxima década.
Destacan que uno de los factores más interesantes de esta tecnología es el espacio que ocupa. De acuerdo con el informe, requieren aproximadamente 7 kilómetros cuadrados por cada 1.000 MW de potencia instalada.
Y afirman:
“Las centrales nucleares tienen unas de las necesidades de ocupación de terreno más pequeñas de todas las fuentes de energía bajas en carbono. Los parques solares y eólicos requieren un espacio mucho más grande”.
Y, además, el documento asegura que, con los avances tecnológicos y el desarrollo de los reactores modulares pequeños, este dato se podría reducir mucho más en el caso de que la mayoría de los SMR estuviesen bajo tierra o en el agua.
Los responsables del informe detectan un cambio positivo en la percepción de la energía nuclear desde la opinión pública. Este aspecto, junto con otros factores intrínsecos a otras fuentes de generación, está favoreciendo el progreso positivo para la nuclear como fuente de energía.
Situación en España
Actualmente, los políticos mantienen dos posturas diferentes. Hay quienes apuestan por el desmantelamiento paulatino de este tipo de instalaciones. Otros defienden la conveniencia de alargar su vida útil y reabrir algunas.
Su destino pende, en buena parte, de la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Su texto, en fase de consulta pública, no adoptará su forma definitiva hasta junio de 2024.
Por lo pronto, el borrador contempla un cese de explotación “ordenado y escalonado” del parque nuclear entre 2027 y 2035. En principio, la compensación llegará a través de la “importante penetración” de las renovables con apoyo de los ciclos combinados. Esta tecnología, recordemos, utiliza gas para generar electricidad.
La aportación de las centrales nucleares al sistema eléctrico español en 2022 fue del 20,26%. Además, según el Foro Nuclear,supuso el 31,75 % de la energía libre de dióxido de carbono (CO2).
Sin ir más lejos, en el acumulado de este 2023 la nuclear es la segunda tecnología con mayor peso en el “mix” energético. Concretamente, el 21,5 % del total. Está sólo por detrás de la eólica, que representa el 23,7%, a tenor de la estadística de Red Eléctrica.
Una cantidad considerable todavía en un contexto de crisis energética e incertidumbre para los mercados del futuro.
FUENTE: Foro Nuclear. Agencia EFE.
También te puede interesar:
- MITECO autoriza el comienzo del desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña
- El PNIEC 2023 fija la desaparición del carbón, mantiene la hoja de ruta de la nuclear y eleva objetivos de hidrógeno y autoconsumo
- Las energías renovables son más competitivas que la nuclear
- Los países de la UE favorables a la energía nuclear esperan un incremento de producción del 50% para 2050
- Alemania se divide, tras el cierre de sus últimas tres centrales nucleares, a favor y en contra de mantenerlas operativas temporalmente
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela
Si será clave habrá que verlo, tal y como dice el artículo, a mediados – final de la próxima década cuando se comercialicen las nuevas tecnologías y sepamos cuánto cuestan. Para entonces España ya habrá prescindido de su parque nuclear y tendrá cubierta su demanda por energías renovables al 80% ocupando una ínfima parte de su territorio. No sé que debate hay que abrir con los datos de este artículo.