El sector eléctrico ha advertido que la reforma estructural del mercado que defiende el Gobierno “no es la solución”. Y añaden que la implantación de medidas particulares por España “pone en riesgo la cohesión con Europa y la seguridad jurídica y regulatoria”.
Asimismo, el sector pide que no se produzcan “intervenciones regulatorias descoordinadas” en situaciones de crisis. Han puesto como ejemplo las vividas en 2022 por la crisis energética tras la invasión de Ucrania por Rusia.
Todas estas afirmaciones se han materializado durante una jornada organizada por Enerclub. En ella, el director general de Relaciones Institucionales y Regulación de Endesa, José Casas, debe focalizarse en: inversiones en renovables, almacenamiento o digitalización. Esta orientación servirá para:
«Garantizar no sólo la transición energética, sino la independencia energética necesaria ante la reciente volatilidad de los precios”.
El directivo de Endesa señaló que el mercado eléctrico español ha dejado de ser “en buena parte una isla energética”. Los precios, antes de la crisis, ya estaban en convergencia con los del resto de la Unión Europea. Además, el mercado español ha jugado un importante papel de apoyo a Francia con sus exportaciones de electricidad.
Sobre las actuaciones encaminadas a implantar medidas particulares que diferencien a España del resto de países europeos vecinos, dijo:
“Sólo pueden dificultar la progresiva cohesión de España con Europa y la competencia en general, poniendo en peligro los beneficios logrados hasta ahora y, posiblemente, aumentando el coste general de la transición energética en el futuro, a la vez que se pone en riesgo la seguridad jurídica y regulatoria”.
Las medidas particulares en la reforma
En esa línea, Casas insistió en que se evitaran las medidas de emergencia por razones de crisis o particulares. Concretamente, dijo que éstas:
“Siempre deberían evitarse y, como mucho, tendrían que ser medidas temporales, excepcionales, y eliminarse tan pronto como sean posibles, por su efecto negativo en la integración del mercado intereuropeo”.
Así, abogó por una Unión Europea con un mercado eléctrico que:
“Dé señales claras a largo plazo para impulsar la creación de un mercado que permita alcanzar los ambiciosos objetivos climáticos, garantizar la seguridad de suministro, proteger a los consumidores y a la industria de variaciones de precios, aumentando la estabilidad, la apreciabilidad del coste de la energía y contribuyendo así a la competitividad de la economía europea”.
Además, añadió que la reforma presentada por la Comisión Europea en marzo es una respuesta:
“Muy solvente que va en la buena dirección”.
En todo caso, pidió incluir el mecanismo de capacidad. Dijo que era un elemento “totalmente necesario” para incentivar las inversiones en nueva capacidad. Incluso para el desarrollo de elementos esenciales, como el almacenamiento o la flexibilidad. Indicó:
“No cabe duda de que una mejora a dicha propuesta sería que incluyera mecanismos de capacidad como medida estructural del nuevo diseño de mercado, simplificando su autorización y permitiendo su uso de forma correcta permanente, y no temporal, como establece la legislación actual”.
Mercado único europeo
La emergencia por la crisis, explicó Casas, llevó a Europa a adoptar medidas heterogéneas y, a veces, descoordinadas entre países. El resultado podría tener un efecto pernicioso y poner en riesgo el mercado único europeo, argumentó.
“Puede entenderse que se trata de medidas de protección ex5traordinarias y temporales, tomadas en un contexto de excepcionalidad derivada de la crisis y destinada a proteger a los consumidores. Pero no puede negarse que han creado incertidumbre regulatoria y barreras a las inversiones. Las expectativas de ingresos no se han materializado, señal de que las medidas están basadas en muchos casos en un entendimiento incorrecto de cómo funciona realmente el mercado”.
Estimó que, ya que los mercados están volviendo a una situación de relativa normalidad, la prolongación de las medidas podría dificultar los objetivos de la actual reforma. En esa línea, pidió volver al “status quo” anterior, eliminando, entre otras medidas, el tope a las inframarginales. Con ello, estaríamos siguiendo la posición del informe que la Comisión Europea acaba de aprobar.
La reforma y el modelo marginal
El vicepresidente de Enerclub, Íñigo Díaz de Espada, señaló que, a pesar de la defensa de países como España para un cambio de sistema:
“Existe un consenso general de que el modelo marginal es el más eficiente para los mercados eléctricos de Europa”.
Y añadió:
“La propuesta de la Comisión Europea para reformar el mercado eléctrico considera que el modelo utilizado en Europa ha estado funcionado adecuadamente y que proporciona eficiencia, transparencia e inventivos para mantener los costes lo más bajo posible”.
El vicepresidente aseguró que, para los asociados de Enerclub, el mercado es:
“El mejor sistema para una asignación eficiente de recursos”.
FUENTE:Europa PressTambién te puede interesar:
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Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela