Ayer nos adentrábamos en una guía rápida sobre la energía solar. Hoy nos centramos en la energía solar fotovoltaica, la más utilizada para autoconsumo y la que más ha crecido en los últimos años en nuestro país.
Dicen los expertos (muchos, no todos) que la energía solar fotovoltaica es la mejor alternativa para los próximos años en lo que a energías renovables se refiere. Este tipo de energía solar es la que transforma la radiación solar en energía, que después se convierte en electricidad, a través de placas fotovoltaicas. Puede ser utilizada tanto en grandes instalaciones como en instalaciones de placas solares para autoconsumo.
Tipos de instalaciones solares fotovoltaicas
La energía solar fotovoltaica es la energía eléctrica que se genera gracias al efecto fotovoltaico que se produce al incidir la radiación solar sobre un panel fotovoltaico. Este tipo de energía solar es 100% renovable y permite consumir energía de forma totalmente gratuita.
En función del uso que se vaya a dar a esa electricidad hay que distinguir dos tipos de instalaciones solares fotovoltaicas:
- Instalación de placas solares para autoconsumo: están orientadas a viviendas y empresas que quieren ahorrar en su consumo energético y no suelen superar los 100 kW de potencia instalada. Las hay de autoconsumo con conexión a red e instalaciones de placas solares aisladas.
- Central fotovoltaica: grandes centrales de producción orientadas a abastecer medianas o grandes poblaciones. Es necesario disponer de amplios espacios donde instalar estas centrales que llegan a alcanzar los 1.500 MW de potencia instalada.
Con independencia de para qué se utilicen, las instalaciones solares fotovoltaicas tienen los mismos componentes principales:
- Placas solares: generan energía eléctrica mediante la energía del sol.
- Inversor solar: habilitan el uso doméstico y el transporte de la energía solar.
- Batería solar: almacenan la energía solar para utilizarla en cualquier momento del día.
- Cableado y contadores: transportan y cuantifican la energía generada.
Tipos de paneles solares fotovoltaicos
Existen tres tipos de placas solares fotovoltaicas.
- Paneles solares monocristalinos: tienen un rendimiento cercano al 24%, siendo el límite teórico de un 25% en 2019. La pureza del silicio que los forma es mayor y, por tanto, asegura rendimientos superiores, pero, a su vez, tienen un coste más elevado.
- Paneles solares policristalinos: el rendimiento aproximado es del 18%, debido a una pureza menor en cuanto al material de construcción. A pesar de tener un rendimiento menor que los paneles monocristalinos, las pérdidas cuando trabajan a altas temperaturas también son menos.
- Paneles solares amorfos: dan la mitad de rendimiento que un panel monocristalino, y, además, este empeora más rápidamente con el paso de los años. No se recomiendan para viviendas o grandes instalaciones.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.