Endesa llevó a cabo ayer la voladura simultánea de las dos torres de refrigeración y de la antigua chimenea del grupo 3 de la central térmica de Compostilla. Se trata de un nuevo avance del proceso de cierre de las centrales de carbón, que finalizará en diciembre de 2025. La demolición por voladura de las dos torres de refrigeración y la antigua chimenea supone todo un reto técnico. En este sentido, para la realización de esta actuación se ha diseñado un exhaustivo procedimiento con el objetivo de garantizar unas condiciones absolutas de seguridad y efectivas de demolición. Esta misma prevención se está aplicando en todos los procesos que conforman los trabajos en curso en la planta, que además tienen como objetivo revalorizar, al menos, el 90% de los residuos que se generen.
Proceso de voladura de las torres
En la voladura de las torres el proceso ha sido aún más complejo, ya que ha estado soportado por un proyecto específico en el que se ha analizado estructuralmente la afección de los trabajos preparatorios, así como la dinámica de la voladura, su secuencia, direcciones de caída, medidas mitigadoras de las afecciones, medidas de vibraciones y puesta en seguridad de todos los elementos y estructuras afectadas.Para la voladura de las dos torres se han empleado 1.176 barrenos y otros 100 para la chimenea, completando un total de 224 kilos de explosivo, que se han colocado en los pilares de las torres y en la base de la chimenea mediante taladros distribuidos para dirigir la caída en la dirección planificada. En el proyecto se ha fijado un radio de seguridad de 400 metros desde cada una de las estructuras.La voladura ha producido 16.900 toneladas de residuos aproximadamente (básicamente hormigón), que serán gestionados de acuerdo con la normativa medioambiental. Estos residuos se valorizarán en obra al ser usados como material de relleno, por su carácter inerte, segregando previamente el hierro que se retirará para su valorización y nuevo uso.
El futuro de la central de Endesa
El desmantelamiento de la central de Compostilla está actualmente avanzado en un 50% de la mano de personal especializado, del que más del 80% procede del entorno del Bierzo.
Una vez se finalice el desmantelamiento, la superficie que ocupaba la central quedará disponible para acoger nuevos proyectos industriales. En este sentido Endesa empezó a trabajar en el diseño de un plan de futuro -Futur-e – para la zona nada más anunciar su cierre, buscando proyectos empresariales
Algunos de los proyectos en los que Endesa ya trabaja son la creación junto a PreZero de una planta de reciclaje de palas eólicas, o la creación junto a Urbaser de la sociedad Novoltio, que será la primera planta de reciclaje de baterías de vehículos eléctricos en la Península Ibérica.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.