Pese a la grave situación generada por la pandemia del COVID-19, Endesa ha cerrado el primer semestre de 2020 con buenos resultados. En concreto, la compañía ha registrado un resultado neto entre enero y junio de 1.128 millones de euros, un 45,4% más que en el mismo periodo de 2019. Este gran crecimiento se debe a la entrada en vigor del nuevo Convenio Colectivo, que ha provocado el registro de provisiones de 267 millones de euros. Dejando aparte este ingreso, el crecimiento del resultado neto sigue siendo del 11%.
Como consecuencia del confinamiento y el parón de la actividad de económica, la demanda eléctrica y los precios han sufrido cambios importantes. A nivel peninsular, la demanda ha disminuido un 7,8% respecto del mismo periodo de 2019, mientras que en los Territorios No Peninsulares (TNP), la disminución ha sido del 13,2% (18,6% en las Islas Baleares y del 10,1%% en las Islas Canarias). Esta caída, junto la reducción del precio de las materias primas ha llevado así a unos precios más bajos en el mercado mayorista, con 29 €/MWh de media, lo que supone un descenso del 44% respecto al mismo periodo de 2019.
Según los cálculos de la compañía, los efectos del COVID-19 han tenido un impacto de unos 100 millones de euros en el EBIT y de 75 millones de euros en el ámbito del beneficio neto. Del mismo modo, la empresa prevé un segundo semestre más normalizado que le va a permitir mantener sus estimaciones y objetivos para 2020.
El consejero delegado y primer ejecutivo de Endesa, José Bogas, ha destacado que “a pesar de las circunstancias complicadas del entorno, Endesa ha demostrado una gran fortaleza en un contexto del que no teníamos referencias previas. No solamente en el negocio y las cuentas de la compañía, sino en el apoyo que Endesa ha dado a las instituciones y a los ciudadanos en los momentos más críticos. Y ahora, con un escenario por delante complicado a nivel económico, queremos seguir ayudando a nuestro país, a la recuperación de la economía española, manteniendo e incluso acelerando nuestras inversiones previstas, ayudando a crear empleo y generando riqueza; y luchando para que se haga además de la forma más sostenible posible”.
Progresos en el proceso de descarbonización
Este primer semestre ha estado también caracterizado por el avance de la compañía en el campo de la descarbonización y hacia un cambio en el modelo energético.
En primer lugar, más del 90% del mix de generación peninsular ya es libre de emisiones. Además, el 72% de la inversión en desarrollo de activos ha ido destinada al negocio renovable. Los ingresos derivados del negocio de carbón apenas representan ya un 1% de las ventas totales.
Por otra parte, la compañía ha adelantado 1 año el cierre de sus centrales de carbón de la península, al haber presentado ya durante el año 2019, la solicitud formal de cierre de las centrales de carbón importadas de Litoral y As Pontes. El pasado 30 de junio se desconectaron formalmente 2,1 GW de la generación de carbón de Endesa, que representa más del 43% de la capacidad instalada de esta tecnología, lo que supone un paso decisivo en la eliminación gradual de la generacion térmica.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.