El consejo de administración de Endesa ha aprobado el Plan Estratégico de Sostenibilidad 2024-2026, elaborado con la participación de todas las áreas de la compañía y cuyo seguimiento y evaluación recaerá en el Comité de Sostenibilidad y Gobierno Corporativo.
Con este Plan, Endesa actualiza su compromiso con la sostenibilidad financiera y ambiental, minimizando la huella medioambiental y maximizando el impacto social positivo, creando valor en los territorios donde opera, aportando competitividad a familias y empresas, y rentabilidad a la inversión.
Cero emisiones en 2024
“En un momento de incertidumbre en torno a los parámetros ESG, la compañía mantiene firme su apuesta por la sostenibilidad y su hoja de ruta para convertirse en una compañía cero emisiones en el año 2040”, ha señalado María Malaxechevarría, directora general de Sostenibilidad de Endesa.
“Este cambio hacia una economía descarbonizada representa una oportunidad de progreso económico y social y de mejora del planeta que precisa de una estrategia innovadora que se hace explícita a través de las 91 medidas recogidas en el actual Plan de Sostenibilidad”, ha añadido la también directora de la Fundación Endesa.
El documento se actualiza anualmente y en su elaboración se ha involucrado a los grupos de interés de la compañía a través de más de 1.100 encuestas online para identificar impactos, riesgos y oportunidades.
El plan de adaptación climática de Endesa
La principal novedad del Plan Estratégico de Sostenibilidad 2024-2026 es la creación de un plan de adaptación climática para aumentar la resiliencia empresarial. A este respecto, Malaxechevarría explica que la compañía trabaja «en la mitigación del cambio climático y también en la adaptación de su actividad para reducir riesgos y, además, maximizar oportunidades». Para ello, se analizan los escenarios climáticos para evaluar los cambios previsibles en los fenómenos físicos a escala europea, española y también local. También se cuantifican los daños potenciales sobre los activos y se evalúan los impactos económicos para poder definir medidas de adaptación al cambio climático que preserven la rentabilidad, fomenten modelos de negocio resilientes y aprovechen posibles oportunidades.La aplicación práctica de este plan influirá en una variedad de factores tales como la localización de plantas de generación renovable donde exista mayor recursos solar o eólico, o la preparación de la red de distribución para dar respuesta a fenómenos adversos, cada vez más frecuentes e intensos debido al cambio climático.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.