España
avanza seis posiciones en el Índice de Confianza del Consumidor de Energía (ECCI). Se sitúa en la octava posición del ranking con una puntuación del 60,2. En la edición anterior, ocupó el decimocuarto puesto, cuando obtuvo una puntuación del 58,5. Es una de las conclusiones del informe La Encuesta de Consumidores de Energía 2023 de EY.
La encuesta sitúa a España por encima del promedio mundial (58,7), pese a la caída de cuatro puntos del índice global.
El sondeo se ha realizado a 100.000 consumidores de energía de 21 países durante tres años. El análisis destaca que la puntuación global de la confianza del ECCI ha descendido cuatro puntos en un año. Además, que los mayores descensos se han producido en los países con mayor volatilidad de precios. Entre ellos, Australia, los Países Bajos y el Reino Unido.
Señalan desde EY que:
“Incluso los países más avanzados en su transición energética (según el Índice de Transición Energética del Foro Económico Mundial) están experimentando cambios en la confianza de sus consumidores, probablemente, debido al aumento de los precios, la inflación y, para algunos grupos, la sensación de haberse quedado atrás”.
Estudio de EY
Asimismo, el estudio posiciona la acción de los consumidores como el motor fundamental del éxito de la transición energética. Además, el informe afirma que los consumidores de energía están más interesados que nunca en la sostenibilidad. Sin embargo, el 70% admite que no gastará más tiempo o dinero para tomar medidas. Eso refleja cierta “fatiga” en los consumidores. Y, además, hace que se estanque la confianza, según La Encuesta de Consumidores de Energía 2023.
Agustín Rico, socio responsable del sector Energía de EY en España, ha comentado:
«La desconfianza de los consumidores crece a medida que avanzamos hacia fases más complejas de la transición energética, todo ello mientras lidiamos con el aumento de los precios de la energía, la volatilidad geopolítica, las incertidumbres respecto a las alternativas tecnológicas y las crecientes preocupaciones en torno a la equidad energética. Si bien los esfuerzos por el lado de la oferta están ganando impulso, necesitamos una mayor involucración por parte del consumidor para modificar y dirigir sus comportamientos hacia una mayor sostenibilidad.
Los consumidores de energía quieren un futuro de energía limpia, pero necesitan confianza en las nuevas tecnologías y amplio apoyo institucional para tomar decisiones energéticas personales. Cerrar esta brecha entre los intereses y las decisiones de los consumidores dependerá de que los proveedores de energía, el Gobierno y el ecosistema energético en general converjan en una estrategia común y coordinen adecuadamente sus esfuerzos».
Resultado de la encuesta de EY
En general, el análisis revela que los consumidores tienen menos confianza en su futuro energético que hace un año. Muchos dicen que el sistema energético simplemente no está cumpliendo con los tres aspectos fundamentales de la experiencia energética: asequibilidad, acceso y atractivo.
En este sentido, solo el 30% de los consumidores confía en que su energía seguirá siendo asequible. Mientras, el 72% afirma que no puede sostener un aumento de la factura del 10%.
Según EY:
“Las conclusiones de la investigación también muestran que los consumidores son diversos, y a menudo, irracionales, impulsados por una amplia gama de valores energéticos. Crear «atractivo» significa comprender los complicados impulsores del comportamiento humano”.
De los encuestados:
- El 77% quiere que su proveedor de energía ofrezca opciones de energía de bajo costo junto con productos y servicios de alta gama;
- Además, el 67% busca soluciones energéticas personalizadas;
- Y el 18% de los consumidores adoptaría nuevos productos y servicios energéticos si fuera más fácil comprarlos e instalarlos.
Agustín ha indicado:
«El cambio energético se está acelerando exponencialmente, pero a diferentes velocidades, de acuerdo con los planteamientos estratégicos de las diferentes áreas geográficas. Como consecuencia, aumenta la disrupción en la industria energética repercutiendo en la incertidumbre del consumidor. El informe de EY muestra que los consumidores están interesados en el inevitable cambio, pero requieren el soporte de los agentes involucrados».
IA y energía
Algunos proveedores del sector energético ya han comenzado a utilizar la IA para mejorar la experiencia de los empleados y automatizar el trabajo manual. El estudio muestra que los consumidores están preparados para que la IA forme parte de su experiencia energética. Especialmente, para conocer nuevas soluciones energéticas y recibir asesoramiento personalizado.
Agustín Rico añade al respecto:
«Esto crea una oportunidad para que los proveedores de energía se presenten ante los consumidores como asesores de confianza, facilitando un cambio más fácil, rápido, amplio y profundo. El proceso de transición energética requiere un enfoque holístico y centrado en el consumidor, con el objetivo de acelerar el progreso hacia un sistema energético más justo, más ecológico y mejor que ofrezca más valor para todos».
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Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela