Un estudio de Moody´s señala a Iberdrola, Endesa y EDP como las tres grandes beneficiarias de la descarbonización en España y Portugal.
Moody´s pronostica cuáles serán las tres empresas más beneficiadas con el proceso de descarbonización en España. Son Iberdrola, Endesa y EDP. La razón es que «poseen una cartera de proyectos en energías renovables que generan economías de escala y acceso a grandes bases de clientes que proporcionan una cobertura vertical».
La consultora cree que tanto España como Portugal están bien posicionados para cumplir los objetivos de descarbonización, tanto obligatorios como voluntarios, que impone la Unión Europea.
Respecto a los precios mayoristas de la energía en España, Moody´s calcula que oscilarán entre 45 y 55 euros por megavatio y hora hasta 2022, aunque no descartan cambios a la baja.
Moody´s calcula que en 2030 se habrán cerrado la mitad de las plantas de carbón europeas
La descarbonización supone una «combinación de oportunidades y desafíos para las empresas del sector energético», afirma Paul Marty, senior vicepresident/manager de Moody´s. «La reducción de los precios de energías renovables y las subastas de energía solar y eólica representan un oportunidad para nuevos proyectos y, por lo tanto, unas condiciones de crecimiento para el sector», continúa.
La inversión en renovables que implica la descarbonización
Otro informe de Moody´s calcula que para hacer realidad la estrategia de descarbonización que propone la Unión Europea se necesita una inversión de 500.000 millones de dólares (unos 451.437 millones de euros) en energías renovables. Esta inversión permitiría afrontar los procesos necesarios durante la próxima década.
Más concreto. «Añadir 300 GW de capacidad solar y eólica requerirá que los operadores del sistema en la UE inviertan un promedio de 45.000 millones de euros al año durante la próxima década», asegura el informe.
¿Y qué hay de las plantas de carbón?
Moody´s calcula que en 2030 se habrán cerrado la mitad de las plantas de carbón europeas. A esto contribuirá la combinación de políticas de eliminación de la generación con carbón, unos precios de carbono más altos y los objetivos de emisiones y energías renovables, entre otros factores.
No es un pronóstico difícil de conseguir pues, como informa la agencia de noticias EuropaPress, las plantas responsables del 40% de las emisiones generadas en 2018 ya tiene planes o políticas de cierre.
El gas natural en el proceso de descarbonización en España
En lo que se refiere al gas natural, advierte de que su ventana como fuente de energía de transición «se está cerrando», debido a que los costes de las renovables siguen disminuyendo, lo que hace que el despliegue acelerado de las energías ‘verdes’ obstaculice la inversión en gas.
«Pronto, se acabará el tiempo para que el gas actúe como combustible de transición, ya que los objetivos de emisiones limitan la capacidad del gas para ajustarse a los compromisos indicados para 2030», afirman desde la consultora. «La Comisión Europea espera que la generación de gas disminuya después de 2025, lo que puede restringir el papel de nuevas plantas de gas más allá de proporcionar capacidad de reserva».
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.