Una posible victoria de Trump podría poner en peligro las políticas de Biden para combatir el cambio climático, según señala Reuters. De hecho, si ganara, podría incluso deshacer gran parte de lo realizado por Biden en esta legislatura. Y eso incluye la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) que da exenciones fiscales y ayudas a empresas que inviertan en energías limpias en EEUU, tanto del país, como extranjeras.
De ahí que muchas empresas europeas estén limitando sus planes de expansión. Temen un descenso en sus ventas o la no financiación de sus proyectos si saliera elegido Trump. La ley de 2022 ha ejercido una fuerte atracción a diferentes empresas para su expansión en el país, pero ahora todo es incierto.
Buena prueba de ello está en la compañía de hidrógeno H2Apex, con sede en Luxemburgo. Podría haber construido una planta de producción de tanques de hidrógeno en Estados Unidos. Para ello, contaban con un tercio de ayudas para los 15 millones de dólares de costes, gracias a la ley. Aunque el proyecto estaba ya definido, y con clientes potenciales, la empresa decidió detener su ejecución ante la posible vuelta de Trump.
Todo ello, a pesar de que las encuestas están mejorando el resultado de la sucesora de Biden, Kamala Harris. Ella mantendría las políticas sobre el clima de Biden. Sin embargo, las empresas europeas están preparándose para la situación que podría generar la vuelta de Trump.
Según indica Reuters, con datos de Wood Mackenzie, su vuelta pondría en riesgo inversiones en energía limpia estimadas en 1 billón de dólares para 2050.
El revés de la victoria de Trump
La consultora Roland Berger comentaba recientemente que la vuelta de Trump podría poner en peligro diferentes incentivos. Entre ellos, los destinados a: vehículos eléctricos, carga de vehículos eléctricos, energía solar y eficiencia energética.
La alemana SMA Solar ya advirtió el mes pasado que la victoria de Trump hacía peligrar las ganancias de empresas como la suya. La empresa es el mayor fabricante de inversores solares a nivel global y planea una nueva planta en EEUU, que aún no está decidida.
Para empresas como Orsted, el mayor desarrollador de parques eólicos marinos del mundo, la situación es aún peor. El propio Trump ya dijo en mayo que atacaría al sector en su primer día en el cargo si era reelegido.
La empresa de hidrógeno Thyssenkrupp Nucera ha decidido retrasar las decisiones finales de inversión relativas a proyectos estadounidenses. La compañía considera fundamental cómo se verá afectado el programa IRA tras las elecciones.
Tampoco la noruega NEL ve clara su planta de producción de hidrógeno planificada para Michigan. La decisión depende de la demanda de sus productos en EEUU, ahora incierta.
Pero no quedan ahí las cosas, ya que esta incertidumbre está afectando a otros sectores, más allá del de las energías limpias. Como ejemplo, la empresa alemana de maquinaria Trumpf. Informó a principios de julio de una caída del 12% en las ventas en Estados Unidos para su año fiscal 2023/24. La propia empresa comentó que se debía a las «incertidumbres geopolíticas» que han hecho que los clientes industriales se mostraran cautelosos.
FUENTE: Reuters.
También te puede interesar:
- Las inversiones en renovables en Estados Unidos crecen un 60% en cuatro años
- La energía limpia está impulsando el crecimiento económico a nivel global, según la AIE
- Los obstáculos que impiden que las renovables sigan el ritmo de la creciente demanda de energía, según REN21
- La gran apuesta de la administración Biden por las energías limpias y el hidrógeno verde
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela