El proceso de descarbonización para el consumo energético se debe llevar a cabo a partir de un uso intensivo de las energías renovables, en detrimento del uso de los combustibles fósiles. El peso de las energías renovables sobre el uso final de la energía en el conjunto de la economía llegará al 42% en 2030. Las inversiones previstas en renovables durante esta década alcanzarán los 90.000 millones de euros, siendo las tecnologías eólica y solar fotovoltaica las principales destinatarias de estas inversiones. Asimismo, la mayor parte de dichas inversiones, cerca del 80%, se llevarán a cabo en sector privado y, por ello, es necesario contar con un marco normativo estable y consistente para conectar a las redes toda esta capacidad.
En este contexto, las redes de distribución jugarán un papel fundamental en la transición energética gracias a su capacidad de integración de nuevas potencias renovables, su cobertura en nuevos usos eléctricos como los vehículos eléctricos o bombas de calor y su capacidad para ofrecer a los consumidores la posibilidad de gestionar su propio consumo.
Además, el proceso de electrificación tendrá un impacto significativo en toda la cadena de valor de la industria asociada a las actividades eléctricas. Por lo que apostar por un nuevo modelo energéticamente sostenible nos debe permitir avanzar hacia una economía más competitiva y resiliente al cambio climático, en la que las actividades propias de la electricidad deben servir para aprovechar su efecto tractor en numerosas industrias de nuestro país.
Sobre todo ello, se habló ayer en la sesión ‘Beneficios de una economía “verde” y sostenible’, que organizó aelēc como parte del programa de actividades de GENERA, la Feria de Energía y Medio Ambiente, organizada por IFEMA en colaboración con el IDAE.
La jornada fue inaugurada por Marina Serrano, Presidenta de aelēc, quien destacó que “nuestras empresas están totalmente comprometidas para avanzar hacia una economía verde y sostenible desde una triple vertiente: aumentando su cartera de proyectos de energías renovables, transformando las redes para hacerlas más inteligentes, así como fomentando un modelo de economía verde y sostenible, para seguir contribuyendo a la creación de empleo y valor”.
Mesas redondas en Genera
Asimismo, durante la sesión se celebraron dos mesas redondas y contó con la ponencia de Paloma Sevilla, Directora General de aelēc, que habló sobre la plataforma Datadis y los beneficios que esta presenta en el ahorro de los consumos eléctricos. La primera de las mesas redondas, “Beneficios económicos de la electrificación”, moderada por Sara Ledo, de El Periódico de Catalunya, tuvo como ponentes a Guillermo Amann, Presidente de AFBEL; Javier Revuelta, Senior Principal de AFRY y Gregorio Izquierdo, Director General del Instituto de Estudios Económicos, quienes pusieron en relieve los impactos positivos, no solo en términos de ahorro energético y económico de la electrificación, sino como vector clave que permitirá alcanzar los objetivos que se presentan a medio plazo para poder avanzar hacia una economía digital y sostenible. Amann, durante su intervención, puso de manifiesto que “el sistema eléctrico español, y toda su cadena de valor, está preparado para asumir el reto de la progresiva electrificación de la economía española hasta alcanzar el objetivo de la descarbonización en 2050. Para el sector, más que un reto es una oportunidad de creación de riqueza y empleo”. Por su parte, Revuelta, destacó que “con la electrificación de los usos energéticos no nos podemos equivocar. Por un lado, la energía primaria es inferior que la consumida por tecnologías tradicionales, lo cual ya conlleva ahorros económicos. Pero sobre todo posibilita una integración de las energías no emisoras ni consumidoras de hidrocarburos, a la par que traccionan nuevas inversiones y empleo local.”. Para Izquierdo, “la electrificación es una de las principales transformaciones estructurales de la economía, que es causa y consecuencia del progreso económico y social”.
La segunda mesa redonda, “El acceso y conexión a las redes de distribución”, que contó con Lucía Arraiza, Responsable de Regulación de Electrificación y Renovables en Iberdrola España; Jesús Fernández, director de Gestión de accesos y clientes dentro de Edp Redes España; y Javier Rodríguez, Responsable de Regulación de las Energías Renovables para España y Portugal de Endesa/EGPE. En este sentido, Fernández señaló que: “los distribuidores nos estamos preparando para afrontar el gran reto común de descarbonizar la economía mediante una mayor electrificación basada energías renovables conectadas a nuestra red”. Por su parte, Rodríguez apuntó cómo “2020 y 2021 han sido años de grandes avances en la normativa para la gestión del acceso a las redes para generación, pero aún quedan cuestiones importantes por abordar o con margen de mejora”. Por último, Arraiza destacó que “Nos enfrentamos al reto de construir y conectar a la red multitud de recursos que van a contribuir a la transición energética, como los electrolizadores para producir hidrógeno verde, los puntos de recarga para vehículos eléctricos o el almacenamiento a gran escala. Para ello, será necesario agilizar los procesos de autorización administrativa y de conexión a la red.”
Resultados de la COP26
La Cumbre del Clima 2021 (COP26), celebrada en Glasgow entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre, ha finalizado con el reconocimiento de la urgencia climática y la insuficiente acción climática por parte de los países. Según las estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía, de acuerdo con los compromisos de descarbonización anunciados, estamos en la senda correcta para limitar el incremento de la temperatura global a 1,8ºC a 2050. A pesar de estos buenos datos, la falta de inmediatez de estos compromisos hace muy probable que se superen los 2,7ºC. En este sentido, la COP26 ha hecho hincapié en la necesidad de trabajar en unos objetivos más ambiciosos a lo largo del próximo año.
Por otro lado, la COP26 ha mostrado un fuerte compromiso global por reducir el carbón y acabar con los subsidios “ineficientes” a los combustibles fósiles, redacción que, si bien a muchos puede resultarles tibia, pues se cambió a última hora la referencia al cierre del carbón por “reducción”, supone un avance en un contexto global al ser la primera vez que se introduce una referencia de este estilo en la Decisión Marco de la COP. Asimismo, se han acordado progresos en materia del marco de transparencia y horizontes comunes para los planes de descarbonización de los países, dotando de credibilidad al proceso y permitiendo la confianza entre todas las partes.
Otro de los grandes logros de la COP26 ha sido el acuerdo general en materia de mecanismos de mercado y para las transferencias internacionales de reducción de emisiones (Artículo 6), aunque los aspectos técnicos para su implementación tendrán que seguir siendo discutidos en los próximos meses. Además, se ha acordado de forma definitiva el programa para la definición del objetivo global de adaptación, para la que se duplica la financiación de cara a 2025.
Resulta reseñable el acuerdo de 103 países para la reducción, en 2030, del 30% de las emisiones de metano antropogénico, es decir, el gas responsable en un 25% del calentamiento global. Aunque Rusia, India y China continúan estando entre los principales ausentes, esta última presentará un plan para su reducción.
Finalmente, es destacable que España anunció un aumento de un 50% en la financiación climática a 2025, hasta los 1.350 millones al año, así como el papel de la Vicepresidenta Ribera como facilitadora de las negociaciones políticas en materia del objetivo global de adaptación.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.