El estudio sobre el sector renovable, realizado por la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA Renovables) ha sido presentado por el presidente de la Asociación, José Miguel Villarig, y el director general, José María González Moya, en la sede del Club Español de la Energía.
El objetivo del Estudio Macro, como coloquialmente se conoce al Estudio en el sector renovable, trata de analizar los distintos costes y beneficios que las renovables aportan a la economía española en un momento en el que la Transición Energética está perfilándose a nivel nacional y europeo.
El peso de las renovables en la economía nacional
Durante 2017, el sector renovable supuso el 0,80% de la economía nacional, aportando 9.304 millones al PIB. El crecimiento del sector fue del 8,7% y se vio acompañado con un incremento de 4.101 empleos lo que sitúa al sector en los 78.667 puestos de trabajo. Este incremento en PIB y empleo se explica, fundamentalmente, por la reactivación del sector que produjeron las subastas de 2016 y 2017.
El sector renovable experimentó un crecimiento del 8,7% en 2017 por la reactivación que supusieron las subastas y no por una mayor generación renovable.
La recuperación detectada en el sector no se debe a la generación energética, dado que la potencia instalada se mantuvo básicamente estancada y la energía vendida disminuyó respecto al ejercicio anterior. Las subastas y la competitividad alcanzada por algunas tecnologías de generación eléctrica son los verdaderos motivos de los números positivos del sector.
Mayor dependencia energética de España
La baja producción hidráulica, consecuencia de la sequía que España sufrió en 2017, lastró con fuerza la generación eléctrica renovable, que disminuyó un 16,4%. Al no haberse incorporado apenas nueva potencia renovable que pudiera sustituir esta disminución, el porcentaje de renovables sobre energía final bruta descendió hasta el 16,7%, lo que nos aleja de los objetivos del 20% para 2020.
Toda la caída de la generación hidráulica, y el incremento de consumo energético de 2017, fue cubierto con generación fósil. El incremento de todos los tipos de importaciones fósiles llevó a la dependencia energética al 76,1%, según los cálculos de APPA Renovables. Un hecho que no solo aleja al país de los objetivos de energías renovables sino que mantiene a la economía española en una posición de debilidad ante variaciones del precio del petróleo.
Cifras de las exportaciones
Las exportaciones de bienes y servicios del sector renovable establecieron un nuevo récord al situarse en 4.564 millones, lo que arroja un saldo neto exportador de 3.117 millones de euros. Esta balanza comercial renovable contrasta fuertemente con el déficit comercial del conjunto de la economía (-22.694 millones) del cual el déficit energético supone el 85% (-19.269 millones).
Las energías renovables en sus distintos ámbitos, generación eléctrica, energía térmica y biocarburantes, evitaron en 2017 la importación de 20.068.185 millones de toneladas equivalentes de petróleo, un ahorro equivalente a 6.951 millones de euros. Las emisiones evitadas alcanzaron las 56.850.744 toneladas de CO2, valoradas en 332 millones de euros.
Menores ahorros en el pool por comportamiento atípico del mercado
A lo largo de la serie histórica analizada se ha observado que cuanto mayor es la entrada de renovables en el sistema eléctrico, más se reduce el precio de casación. El descenso en la generación renovable por la sequía, unido al comportamiento de la interconexión como consecuencia de la baja disponibilidad de las nucleares francesas y los precios récord de casación experimentados en enero lastraron los ahorros que las renovables producen en el pool. En 2017, las renovables produjeron ahorros en el pool por valor de 2.584 millones y percibieron en concepto de retribución regulada un total de 5.674 millones.
El sector continuó siendo contribuidor fiscal neto, aportando 1.089 millones de euros a las arcas del Estado.
El futuro del sector renovable
El presidente de APPA Renovables, José Miguel Villarig, destacó la necesidad de contar con un marco regulatorio estable que permita acometer la Transición Energética: “sabemos ya cuáles son los objetivos de 2030 y debemos contar con una fiscalidad que recoja el principio de que quien contamina, paga, y un marco regulatorio estable para poder acometer las inversiones, debemos dejar de improvisar y comenzar a planificar a medio y largo plazo para poder desarrollar el sector y cumplir con nuestros objetivos”, dijo el presidente refiriéndose al futuro del sector.
El presidente de la Asociación se ha referido a los próximos años de manera optimista, “debemos aprender de nuestros errores porque contamos con un magnífico potencial para liderar la Transición Energética en Europa y el mundo: contamos con profesionales experimentados, empresas con gran experiencia y somos un país con envidiables recursos renovables, algo que nos permitirá convertirnos en un pilar de creación de industria en el país, generando empleo y riqueza autóctonos”. “Tenemos por delante una década en la que España debe dar un paso adelante en renovables”, ha concluido Villarig.
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.