Un equipo de investigación del Centro en Tecnología de Productos y Procesos Químicos (Pro2TecS) de la Universidad de Huelva ha desarrollado un producto que usa residuos agrícolas para fabricar biolubricantes sostenibles que apoyen al medio ambiente. Este producto estaría compuesto de pasta de celulosa de trigo y aceite de ricino. Además, están trabajando en un proyecto para desarrollar una mezcla con los mismos compuestos que sirva para pavimentar carreteras.
Normalmente, los lubricantes que se utilizan habitualmente se fabrican a partir de productos derivados del petróleo y espesantes o aditivos no biodegradables. Es evidente que urge buscar alternativas renovables para descarbonizar esta industria.
“Nuestro objetivo era proponer una alternativa que aprovechara y reutilizara los residuos agrícolas, en línea con la nueva política industrial andaluza, de acuerdo con los principios del modelo de economía circular ‘menos materias primas, menos residuos, menos emisiones”, ha explicado a la Fundación Descubre José Enrique Martín, profesor del área de Ciencia de los Materiales de la Universidad de Huelva.
Aplicaciones de los biolubricantes
Según los expertos, para obtener la pasta de celulosa a partir de paja y residuos de trigo se utiliza un proceso químico llamado Kraft. Este proceso trata de aplicar sosa cáustica al residuo y calentarlo hasta que las fibras se conviertan en una pasta semisólida. Por ejemplo, este proceso se usa para fabricar papel.
Para desarrollar el proyecto, el equipo de científicos realizó un estudio para investigar cuáles eran las variables que modificaban la composición química de estos elementos. De esta manera, consiguieron averiguar cuánto calor deberían aplicar, cuánto tardaba en hacer efecto y cómo cambiaba la composición de los elementos una vez finalizado este proceso. A raíz de esta investigación, consiguieron distintas pastas, cada una de una composición química diferente y con distintas propiedades.
Esta pasta puede usarse como espesante o aditivo para desarrollar grasas lubricantes. Gracias a las modificaciones, han conseguido mejorar su compatibilidad química para que la mezcla sea más estable y homogénea. El siguiente paso del proyecto es tratar de mejorar las propiedades funcionales de la pasta, modificando sus propiedades físicas y añadiendo otros grupos químicos que contribuyan a producir nuevos productos con otras propiedades.
Fotografías: Depositphotos
Te puede interesar
- Exolum cubre ya el 63% de su consumo energético con renovables en España
- El CSIC colabora en un revolucionario proyecto para mejorar la eficiencia en la producción de hidrógeno verde
- Expertos estadounidenses subrayan el potencial de crear paneles solares de perovskita ecológicos con un enfoque a largo plazo
Carlos González es un estudiante de último curso del Grado en Periodismo de la Univerisidad Complutense de Madrid. Colabora como redactor para Energynews.es, movilidadelectrica.es y hidrogeno-verde.es