TOVA, el primer edificio de España impreso en 3D
es resultado del trabajo de un equipo de estudiantes e investigadores del Posgrado de Arquitectura con Impresión 3D (3dPA) del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC).
El Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) presenta el primer edificio de España realizado con barro y una impresora 3D.
El proyecto es fruto de la investigación para encontrar nuevas formas de afrontar los retos sociales y medioambientales del futuro a través de sus diversos programas de educación e investigación.
Bautizado como TOVA, el prototipo se ha construido en las instalaciones de Valldaura Labs. Sus creadores explican que «representa el puente entre el pasado (arquitectura vernácula de barro) y el futuro (tecnología de impresión 3D a gran escala». Y que este último «no solo servirá para cambiar la arquitectura del futuro, sino que será de gran utilidad a la hora de hacer frente a la actual crisis climática y de vivienda en todo el mundo».
El primer edificio impreso en 3D de España
Para la construcción de TOVA se han utilizado los métodos constructivos más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente disponibles en la actualidad.
La construcción tardó siete semanas en completarse y se emplearon solo materiales de kilómetro cero y una grúa WASP, es decir una impresora 3D arquitectónica.
El proceso de construcción no ha generado residuos, ya que los materiales se obtuvieron en un radio de 50 metros.
La estructura fue realizada con barro local, mezclado con aditivos y enzimas, para conseguir la integridad estructural y la elasticidad del material necesarias para la impresión 3D optimizada.
La cimentación es de geopolímero y el techo es de madera. Para garantizar la durabilidad, se agregó una capa impermeable, utilizando materias primas como el aloe y las claras de huevo.
Sin huella de carbono
El edificio impreso en 3D tiene en cuenta las condiciones climáticas del Mediterráneo: el volumen es compacto para protegerse del frío en invierno, pero se puede abrir y expandir durante las otras tres estaciones del año para disfrutar del exterior.
Los muros están formados por una red de cavidades que aíslan y permiten contener el aire, de modo que se evitan pérdidas de calor en invierno, mientras que en verano protegen de la radiación solar.
Se trata de un proyecto con emisiones de carbono cercanas a cero ya que su envolvente y el uso exclusivo de un material local se traducen en la reducción de residuos. Teniendo en cuenta que los métodos constructivos actuales son responsables del 36% de las emisiones de CO2, TOVA es un ejemplo pionero de edificación baja en carbono.
Aplicaciones infinitas
Las posibles aplicaciones de este modelo de construcción son infinitas: desde viviendas hasta espacios públicos, tanto en interiores como en exteriores. En combinación con otros sistemas constructivos, puede dar lugar a edificaciones complejas e innovadoras que reducirían el impacto ambiental de la construcción.
Otra de las grandes ventajas que presenta la construcción con impresoras 3D es que se puede llevar a cabo en cualquier parte del mundo. «Abre la puerta a solucionar los problemas de acceso a la vivienda en zonas vulnerables o en asentamientos temporales, ofreciendo opciones para la creación de espacios asequibles y más sostenibles», explican los responsables de TOVA.
«Este ejemplo de edificación rápida podría servir para dar respuesta a necesidades urgentes y masivas de vivienda como podría ser el caso de las comunidades para los solicitantes de asilo», añaden.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.