En nuestro artículo del Club de Expertos de hoy, José María González Moya, Director General de APPA Renovables, habla sobre el valor de la electricidad, indispensable en nuestro día a día y la necesidad de descarbonizar su producción con renovables para dejar de depender de los combustibles fósiles.
“Es de necios confundir valor y precio”, la famosa frase, utilizada por brillantes escritores de nuestra lengua, resume de forma sobresaliente una de las grandes cuestiones económicas. El constante bombardeo que estamos recibiendo de los medios de comunicación sobre el precio de los mercados mayoristas de electricidad, situado en niveles récord en los últimos meses, nos hace olvidar el valor de este bien. Nuestro Presidente de Honor, José María González Vélez, solía explicar el valor de la electricidad con dos preguntas. La primera era que cuánto pagaba por la electricidad al mes su interlocutor. Normalmente no sabía responder, aunque hoy somos mucho más conscientes de este dato debido a las alzas de los precios. La segunda pregunta era ya para desarmar: “si ahora mismo te cortase la electricidad de tu casa, ¿Cuánto dinero me pagarías al día para que siguiera funcionando tu frigorífico?”.
Está claro que, si viéramos en contexto el precio y el valor de la electricidad, nos afectaría menos la evolución de los mercados mayoristas. La electricidad se ha convertido en algo indispensable para nuestro día a día, es lo que alimenta nuestros ordenadores, nuestros smartphones, pero también la máquina que monitoriza nuestras constantes vitales en el hospital o alimenta las necesidades energéticas de gran parte de nuestra industria y nuestro sector servicios. Nuestra economía depende totalmente de la electricidad, como también depende hoy por hoy de los combustibles fósiles, cuyos mercados también están disparados y no reciben tanta atención mediática. Llenar hoy el depósito también nos recuerda que dependemos de mercados internacionales en demasía y, de igual manera que con la electricidad, también necesitamos visualizar el valor de este bien y compararlo con su creciente precio.
Satisfacer el sistema con renovables a corto plazo
Quienes hayan seguido las últimas noticias sobre las subastas renovables habrán podido comprobar que, a lo largo del presente año, se han adjudicado 6.158 MW de nueva potencia renovable. Las subastas han sido diseñadas para que eólica y fotovoltaica, las tecnologías que más reducción de costes han conseguido en el período 2009-2020 (una reducción de entre el 71% y el 90%), fueran las ganadoras. Sin embargo, tenemos que empezar a pensar en nuestro futuro energético más a largo plazo. Es cierto que necesitamos incorporar renovables competitivas en coste, pero también es cierto que, a los actuales precios, todas las tecnologías renovables son competitivas en coste. Como también es cierto que, aunque alcanzásemos ese 74% de objetivo renovable con eólica y fotovoltaica, y pudiéramos gestionar el sistema de forma correcta, esto no cambiaría un sistema marginalista donde ni eólica ni fotovoltaica están marcando precios. Por más que incorporemos tecnologías baratas, nos será imposible cambiar los precios del gas natural.
Nuestro objetivo, por tanto, no es tanto incorporar las tecnologías renovables competitivas, que también, nuestra meta debería ser disponer de un sistema renovable equilibrado que nos permita satisfacer adecuadamente nuestra demanda eléctrica exclusivamente con renovables en un futuro no demasiado lejano. No olvidemos que el 74% de 2030 será un 100% en 2050.
Con esas metas en mente, debemos entender el valor que suponen también las renovables gestionables, como puede ser la biomasa o la solar termoeléctrica con almacenamiento, aunque su precio sea mayor. Y debemos reconocer el valor de las baterías y el almacenamiento, con unos ambiciosos objetivos de 20 GW para 2030.
Si entendemos bien el valor que estas renovables nos aportan, el precio pasará a un segundo plano, porque nos habremos hecho más independientes de la variabilidad de los precios de los hidrocarburos, que es el verdadero enemigo de una economía que necesita importar más del 74% de su energía. Para combatir esta dependencia solo hay una salida: más renovables, de todas ellas.
Te puede interesar
- Lo que el Parlamento Europeo espera de la COP26
- UNEF defiende que la energía fotovoltaica es la solución más barata rebajar la factura de la luz
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.