El Ministerio para la Transición Ecológica está trabajando en una reforma significativa del régimen retributivo destinada a miles de plantas de energías renovables. Estas instalaciones, que se construyeron durante los primeros años del desarrollo del sector en España, necesitan una actualización de su sistema de ayudas. Y resto se debe a la creciente volatilidad de los precios en el mercado eléctrico.
El mercado ha comenzado a registrar precios negativos debido al aumento de la producción renovable, lo que genera un exceso de oferta en momentos de baja demanda. Para evitar que estas fluctuaciones pongan en riesgo la rentabilidad de las plantas más antiguas, el Gobierno busca garantizar que mantengan la estabilidad financiera prometida por la normativa.
El Ministerio para la Transición Ecológica ha abierto una consulta pública para que las empresas del sector energético propongan cambios en el régimen retributivo. La administración quiere recopilar opiniones antes de hacer efectiva la reforma, que deberá adaptarse a la nueva realidad del mercado eléctrico español, donde los precios pueden variar drásticamente en muy poco tiempo.
Sistema retributivo en plantas de energías renovables
En los últimos meses, el aumento de la producción renovable ha generado más pérdidas de energía por sobreproducción, lo que también ha llevado a una caída en los precios mayoristas. Esta situación no sólo afecta a los ingresos de las plantas, también amenaza la estabilidad del sistema energético si no se toman medidas correctivas a tiempo.
Las plantas de energías renovables acogidas al régimen de retribución específica (Recore) antes recibían primas por su producción. Pero, con el tiempo, se pasó a un sistema basado en garantizar una rentabilidad razonable vinculada a la inversión realizada. Estas plantas, que incluyen instalaciones solares y eólicas con una capacidad de unos 29.200 megavatios (MW), tienen asegurada una rentabilidad del 7,1% durante 20 ó 25 años, dependiendo de la tecnología.
Cada tres años se ajustan los ingresos de estas plantas en función de las previsiones del mercado. Si los ingresos obtenidos por la venta de electricidad no alcanzan los niveles previstos, las plantas reciben compensaciones. En momentos de crisis, como durante la pandemia de COVID-19 o la crisis energética, el Gobierno ha intervenido para ajustar estas compensaciones de forma extraordinaria.
Peticiones de las plantas de energías renovables
Las empresas del sector renovable han solicitado al Gobierno que la revisión de los pagos sea más frecuente, proponiendo que se haga anualmente en lugar de cada tres años. Argumentan que el mercado es ahora mucho más volátil, y que las previsiones a largo plazo ya no son precisas.
Además, las compañías señalan los altos costes de financiación que deben asumir mientras esperan las compensaciones. Con los precios actuales del mercado por debajo de lo estimado en el régimen Recore, las plantas de energías renovables se ven obligadas a buscar soluciones a corto plazo, algo que las revisiones trienales no cubren de manera efectiva.
Desde la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) se ha propuesto una regularización extraordinaria este año, similar a la realizada en tiempos de crisis, para compensar las pérdidas generadas por los bajos precios del mercado eléctrico.
Adaptación de las horas de trabajo
Otra demanda del sector es la eliminación de la exigencia de operar un mínimo de horas para acceder a las ayudas. Las actuales reglas exigen que las plantas solares funcionen al menos 950 horas al año y las eólicas 1.200 horas, pero no se contabilizan las horas en las que el precio de la electricidad es cero o negativo. Esta situación ha provocado que algunas plantas de energías renovables corran el riesgo de no cumplir con los requisitos para recibir las ayudas.
Las asociaciones del sector también reclaman que se incluyan en la contabilidad de horas mínimas aquellas en las que Red Eléctrica Española (REE) ordena la desconexión de las plantas para equilibrar la oferta y la demanda. Así mismo, solicitan que se consideren los impuestos autonómicos que algunas regiones han comenzado a aplicar.