Un análisis elaborado por la Universidad de Oxford y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente afirma que, de momento, el gasto en recuperación verde apenas alcanza un 18 %.
El informe ¿Estamos reconstruyendo mejor? La evidencia de 2020 y Caminos para una Recuperación Verde e Inclusiva, elaborado por la Universidad de Oxford y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Amibiente (PNUMA) afirma pide a los Gobiernos que inviertan de manera «más sostenible» y aborden las desigualdades a medida que estimulan el crecimiento a raíz de la devastación provocada por la pandemia.
El informe analiza las medidas llevadas a cabo por un total de 50 países en materia de recuperación y rescate fiscal tras las pérdidas provocadas por la COVID-19. La principal conclusión es que de los 368.000 millones de dólares, apenas 14.600 millones dólares gastados en 2020 fueron «ecológicos». Esto supone que apenas el 18 % del gasto fue gasto verde y este fue aportado «principalmente» por un pequeño grupo de países de altos ingresos.
La directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, ha advertido de que «la humanidad se está enfrentando a la pandemia, a la crisis económica y a un colapso ecológico». Por su parte, el investigador principal del Proyecto de Recuperación Económica de la Universidad de Oxford y autor del informe Brian O’Callaghan, considera que a pesar de los pasos positivos hacia una recuperación sostenible de COVID-19 «los gobiernos deben aprovechar este momento para asegurar la prosperidad económica, social y ambiental a largo plazo».
Así se ha repartido el gasto en recuperación verde
Asimismo, señala que se invirtieron 66.100 millones de dólares en energía baja en carbono, en gran parte gracias a los subsidios españoles y alemanes para proyectos de energía renovable e inversiones en hidrógeno e infraestructura.
En cuanto al transporte ecológico, el informe constata que a nivel mundial se anunciaron 86.100 millones de dólares para el transporte ecológico a través de transferencias y subsidios de vehículos eléctricos, inversiones en transporte público, infraestructura para bicicletas y caminatas.
También se han prometido 35.200 millones de dólares para mejoras en edificios ecológicos con el fin de aumentar la eficiencia energética, principalmente a través de modernizaciones, especialmente en Francia y el Reino Unido y otros 56.300 millones de dólares para capital natural o soluciones basadas en la naturaleza, como regeneración de ecosistemas o reforestación.
Sin embargo, expone que dos quintas partes se destinaron a parques públicos y medidas contra la contaminación, especialmente en Estados Unidos y China, para mejorar la calidad de vida y abordar las preocupaciones ambientales.
Por último, en cuestión de I+D, se han anunciado 28.900 millones de dólares en I+D. La I+ D ecológica incluye tecnologías de energía renovable, tecnologías para descarbonizar sectores como la aviación, los plásticos y la agricultura, y el secuestro de carbono. Sin avances en I+D ecológico, cumplir los objetivos del Acuerdo de París requeriría cambios de gran alcance en los precios y el estilo de vida.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.