Según un informe del Foro Económico Mundial y la consultora Bain & Company, el sector de la energía está cambiando. De la importación de combustibles fósiles se está virando hacia la importación de capital para invertir en energías renovables y eficiencia energética. Sin embargo, los países emergentes necesitarán, para ello, la combinación de inversión pública y privada.
El informe “The Future of Electricity: Attracting investment to provide affordable, accessible and sustainable power”, presentado en Davos en estos días, donde se está celebrando uno de los eventos más influyentes en materia económica del mundo, señala que de cara al 2040 los países no miembros de la OCDE tendrán que duplicar sus inversiones anuales en electricidad desde los cerca de 240.000 millones de dólares hasta los 495.000 millones para satisfacer la creciente demanda y cumplir con los objetivos de política energética, llegando así a duplicar el gasto de los países que sí pertenecen a la OCDE.
«Dentro de los próximos 25 años, se espera que los mercados emergentes desplieguen más capacidad de generación renovable que sus homólogos desarrollados», dijo Julian Critchlow, responsable de Utilities y Energía Renovable dentro de la práctica de bienes y servicios industriales de Bain. «Históricamente, el sector público ha supuesto alrededor del 70% de la inversión de electricidad en los países no pertenecientes a la OCDE, pero el juego ha cambiado. El suministro de fondos por parte de estos gobiernos podría caer muy por debajo de lo necesario para satisfacer la creciente demanda de energía».
Cómo atraen inversiones los países emergentes
Durante el periodo 2000- 2013, los mercados de rápido crecimiento externos a la OCDE invirtieron 4 billones de dólares en la generación de energía convencional, energías renovables, transmisión y distribución (T&D), y mejoras de la eficiencia – una inversión a la par con la de los países de la OCDE. Sin embargo, eso está a punto de cambiar.
Según Bain, las economías de rápido crecimiento impulsarán la mayor parte de la demanda de nueva generación de electricidad en las próximas décadas, lo que tendrá como resultado un cambio del modelo tradicional donde las principales economías del mundo dominaban las nuevas inversiones y desarrollos en generación de electricidad y T & D.
La sostenibilidad ambiental también se está tornando cada vez más importante en estos países, y el coste cada vez menor de las tecnologías de generación renovables ofrece más opciones que nunca. Sin embargo, el efecto de la combinación del crecimiento, el aumento del consumo y la inversión en energías renovables está exigiendo niveles de inversión sin precedentes.
Por eso, Bain ha identificado ocho «buenas prácticas» que son clave para ayudar a las economías de rápido crecimiento a hacer sus mercados energéticos más atractivos para los inversores:
Responsables políticos
• Buscar las vías más eficientes para alcanzar sus objetivos. Los políticos tienen que desarrollar planes de trabajo a largo plazo, sin dejar de ser tan tecnológicamente especializados como sea posible.
• Desarrollar políticas integradas que aseguren el desarrollo paralelo de la cadena de valor energética.
• Aprovechar la disminución de los costes tecnológicos. Los políticos deberían aprovechar el descenso de la curva de costes de la tecnología.
Reguladores
• Proporcionar igualdad de condiciones para las tecnologías, reflejando la reducción de carbono y la seguridad del suministro de manera apropiada. Los reguladores deben estructurar los mercados energéticos de forma que se reconozca el valor total y los costes de las tecnologías, incluyendo la fijación de precios del carbono.
• Asegurar operaciones técnica y financieramente viables a través de la cadena de valor manteniéndolo libre de obstáculos financieros.
Empresas e inversores
• Crear alianzas público-privadas eficaces para atraer capital del sector privado.
• Nutrir un ambiente de inversión favorable.
• Invertir en educación e I + D para acabar con las lagunas de conocimiento y capital humano.
«Lo que antes era una batalla mundial por las materias primas se ha convertido en la batalla por el capital global», dijo Critchlow. «A medida que los países grandes se den cuenta de que necesitan más capital para hacer crecer sus mercados energéticos, se enfrentarán a una creciente competencia por los escasos recursos. Sólo los mercados más disciplinados atraerán la inversión necesaria para cumplir sus políticas de energía renovable».
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.