El Concejo Municipal de Nueva York votó el miércoles para prohibir el uso de gas natural en edificios nuevos, siguiendo los pasos de docenas de ciudades más pequeñas de Estados Unidos que buscan pasar de los combustibles fósiles a formas de energía más limpias. A partir de ahora, los nuevos edificios en la ciudad más grande de Estados Unidos, con 8,8 millones de residentes tendrán que usar electricidad.
Corey Johnson, presidente del Concejo Municipal, ha señalado: «El proyecto de ley para prohibir el uso de gas en nuevos edificios nos ayudará a hacer la transición a un futuro más verde y alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2050. Estamos en una crisis climática y debemos tomar todas las medidas necesarias para combatir el cambio climático y proteger nuestra ciudad».
Prohibición de gas en nuevos edificios
A corto plazo, la nueva ley hará poco para reducir las emisiones de carbono en la Gran Manzana, ya que numerosos edificios antiguos no se verán afectados, y las nuevas estructuras utilizarán electricidad generada con combustibles fósiles de todos modos. Sin embargo, a largo plazo, la ley si que tendrá efecto, ya que el estado de Nueva York planea dejar de usar combustibles fósiles para la producción energética.
Hasta ahora, la ciudad estadounidense más poblada que ha prohibido el gas en los nuevos edificios es San José en California con alrededor de 1 millón de residentes.
Este invierno, se espera que el hogar promedio en el noreste de los Estados Unidos pague 1.538 dólares para calentar su hogar con electricidad, frente al que lo haga con gas, que gastará una media de 865 dólares.
Emisiones contaminantes en Estados Unidos
En 2020, las emisiones de los combustibles fósiles de Estados Unidos cayeron a su nivel más bajo desde 1983, pero se esperaba que aumentaran alrededor del 7% en 202, debido a que los proveedores energéticos están quemando más carbón como consecuencia de los significativos aumentos del precio del gas.
Casi la mitad de la energía generada en el estado de Nueva York en lo que va del año provino de la quema de combustibles fósiles (45% de gas y 4% de petróleo), con otro 24% de energía nuclear y 22% de energía hidroeléctrica, según datos federales de energía recogidos por Reuters.
La electricidad podría ser más cara
El cambio de Nueva York a edificios totalmente eléctricos podría significar un precio más alto para los consumidores. Este invierno, se espera que el hogar promedio en el noreste de los Estados Unidos pague 1.538 dólares para calentar su hogar con electricidad, frente al que lo haga con gas, que gastará una media de 865 dólares.
Fuente: Reuters.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.