Al igual que sucede en Europa, América está sufriendo las consecuencias de la expansión del COVID-19 y no solo en el plano sanitario. El coronavirus también afecta a las renovables en Estados Unidos, donde miles de personas del sector han perdido su empleo.
Miles de personas han perdido se han quedado sin trabajo y decenas de proyectos que podrían no seguir adelante. Estas son solo algunas de las consecuencias (negativas) que está sufriendo el sector de las renovables en Estados Unidos por la expansión del coronavirus.
A nivel sanitario, Estados Unidos está siendo uno de los países más castigados por el COVID-19. Con cerca de 70.000 fallecidos y más de un millón de contagiados, la economía estadounidense también nota los estragos que está causando la pandemia a nivel internacional.
Así está afectando el coronavirus a las renovables en Estados Unidos
El sector de energías renovables estadounidense también atraviesa momentos inciertos.
La agencia de noticias Associated Press ha recopilado algunos indicadores:
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En California bajo cuarentena, varias entidades locales que emiten permisos para nuevas obras están cerradas
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En Nueva York y Nueva Jersey, el gerente general de SunPower, Thomas Werner, ha detenido la instalación de más de 400 sistemas residenciales, preocupado por la seguridad de sus empleados.
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Según las cámaras empresarias, se perderían unos 120.000 empleos en el sector solar y 35.000 en el eólico.
“En este preciso instante muchas empresas pequeñas están cerrando”, ha dicho la presidenta de la Asociación de Industrias de la Energía Solar, Abigail Ross Hopper. “La mitad de los empleos están en riesgo”.
Los expertos miran al futuro con optimismo
Los jefes del sector son optimistas en cuanto al futuro. Pero la contracción mundial demora una transición hacia las energías limpias que de acuerdo con los científicos no es lo suficientemente rápida para detener el cambio climático.
Algunos estados están iniciando la reapertura, pero los directivos de la industria temen que la reducción de ingresos y los trastornos provocados por despidos y el distanciamiento social provocarán daños duraderos.
La industria eólica sufre la demora en la obtención de repuestos desde el exterior, el traslado a las obras y la construcción de turbinas nuevas.
“Hasta hace un mes o dos el sector estaba creciendo a pasos agigantados”, dijo Tom Kiernan, presidente de la Asociación Estadounidense de Energía Eólica. “El revés es pasmoso y problemático”.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.