La Agencia Internacional de la Energía cree que la creciente voluntad política y la reducción de los costes pueden llevar a lograr en 2030 el acceso universal a la energía, el número 7 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados en 2015 por la ONU que reclama energía asequible, moderna y no contaminante para todos.
Alrededor de 1.060 millones de personas viven sin electricidad. La mayoría se concentra en una docena de países de África y Asia pero el objetivo número 7 de los ODS no sólo busca el acceso a la energía para todos sino que esa energía sea segura, moderna y sostenible. Y es que 2.800 millones de personas todavía dependen de la leña, el carbón vegetal, el estiércol y la hulla para cocinar y calentarse, lo que provoca más de 4 millones de muertes prematuras al año por contaminación del aire en locales cerrados, dice la ONU.
Además, Naciones Unidas incide en la importancia recurrir a fuentes no contaminantes para alcanzar este objetivo porque la energía es la principal causa del cambio climático ya que representa alrededor del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Según el Informe del Secretario General «Progresos en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2017«, presentado este verano, la proporción de la energía renovable respecto al consumo final de energía aumentó ligeramente de 2012 a 2014, del 17,9% al 18,3%.
La mayor parte de ese aumento correspondió a fuentes de energía como la hidroeléctrica, la solar y la eólica. Las dos últimas aún constituyen una proporción relativamente menor del consumo, a pesar de su rápido crecimiento en los últimos años según este informe que señala que el desafío consiste en aumentar el uso de energía renovable en sectores como el de la calefacción y el transporte, que en conjunto representan el 80% del consumo energético mundial.
Ahora, hace apenas cinco días, la AIE ha lanzado un nuevo y detallado análisis que considera que la estrategia más rentable para proporcionar acceso universal a electricidad y instalaciones de cocina limpia en los países en desarrollo es compatible con el cumplimiento de los objetivos climáticos globales y evita millones de muertes prematuras cada año. También que beneficiaría más a las mujeres, ya que liberaría miles de millones de horas perdidas actualmente para recolectar leña.
Acceso universal a la energía
Los hallazgos son una señal positiva de que el acceso universal a la energía está al alcance de miles de millones de personas que carecen de servicios básicos de energía. El nuevo informe, «Perspectiva de acceso a la energía: de la pobreza a la prosperidad», que forma parte de la serie World Energy Outlook-2017, proporciona un primer análisis histórico para 140 países y muestra que el número de personas sin acceso a la electricidad bajó a 1.100 millones en 2016, frente a los 1.600 millones en 2000.
Los países en desarrollo de Asia están progresando significativamente. Muchos países de la región están bien encaminados para alcanzar el acceso universal a la energía para 2030, mientras que la India está en camino de alcanzar ese objetivo a comienzos de 2020. A pesar de este progreso, se prevé que 674 millones quedarán sin acceso a la electricidad en 2030, el 90% de los cuales viven en el África subsahariana.
«Si bien los combustibles fósiles, principalmente carbón, han sido las principales fuentes nuevas de acceso a la electricidad desde el año 2000, las energías renovables se están poniendo al día rápidamente, proporcionando más de un tercio de las conexiones nuevas en los últimos cinco años. Se espera que este cambio se acelere en los próximos años, y para 2030 las renovables están configuradas para proporcionar acceso de electricidad a tres de cada cinco personas«, según el análisis.
El informe también presenta una estrategia para lograr el acceso universal a la energía, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas adoptado en 2015 por 193 países para garantizar el acceso universal a servicios energéticos asequibles, confiables y modernos para 2030. El informe destaca los costos asociados y los beneficios de tal estrategia, subrayando el papel central de la energía en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo humano y económico.
El documento muestra que proporcionar acceso universal para 2030 requeriría una inversión de USD 31 mil millones por año, equivalente a menos del 2% de la inversión energética mundial. «La abrumadora mayoría de esta inversión extra debería dirigirse al África subsahariana, y la mayoría a las renovables, afirma. La inversión requerida para las instalaciones de cocina limpia, incluido el gas licuado de petróleo, es modesta y equivale a menos de una décima parte del total«, publica la AIE en su web.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.