Si el candidato presidencial republicano de EEUU Donald Trump gana las elecciones eliminará todas las regulaciones «innecesarias» relativas a los combustibles fósiles. La energía que no se produce en los Estados Unidos, dijo, se produce en otros países. «Producir más energía estadounidense es parte central de mi plan».
«América está situada en una tierra que es un tesoro energético sin explotar: unos cincuenta billones de dólares en reservas de petróleo y de gas natural en tierras federales, además de cientos de años de reservas de carbón. Todo ello juega a favor del país: más puestos de trabajo, más ingresos, salarios más altos y precios de la energía más bajos. Voy a acabar con las restricciones a la energía estadounidense y a permitir que nuestras comunidades se beneficien de nuestra riqueza«, señaló Trump la semana pasada en Pittsburgh, Pennsylvania.
El candidato republicano intervino en una conferencia organizada por el sector gasista en la que expuso parte de sus planes energéticos como permitir la producción de petróleo y gas en tierras federales y zonas de alta mar o derogar la moratoria de nuevas concesiones mineras de carbón en tierras federales, si bien dijo que se necesitaban todas las fuentes, las renovables también.
Sin embargo, de su discurso se deduce que los beneficios tanto económicos como sociales que supone continuar explotando los recursos fósiles del país son para Trump más importantes y aseguró que según el Instituto para la Investigación de la Energía levantar las restricciones sobre la energía estadounidense, incluida la producción de esquisto, lograría aumentar el Producto Interior Bruto en más de cien mil millones de dólares cada año; lograr más de quinientos mil nuevos empleos al año y aumentar los salarios anuales en más de treinta mil millones de dólares en los próximos siete años.
En esta línea, tal y como explicó, sus medidas con respecto a la minería del carbón irían acompañadas por la eliminación de las normas que protegen a las corrientes de agua de estas actividades así como a los cursos de agua y humedales de la industria en general.
Trump y su plan para la energía
Mientras que periódicos como el The Register Herald han calificado la política energética que expuso en su intervención en Pittsburgh de «pro-fósil» y «antirregulatoria», Fortune contrapone su posición frente a la lucha contra el cambio climático y las energías limpias a la que ha inspirado a la administración estadounidense con Barack Obama al frente y también la que defiende la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton, que han apostado duro por las renovables y del Acuerdo de París, cuya ratificación, que los Estados Unidos ya han efectuado, se propone cancelar Trump si sale elegido.
Estas líneas de la política energética ya fueron adelantadas en parte a finales del pasado mes de mayo cuando visitó Dakote del Norte para participar en otras jornadas, la Conferencia del Petróleo de la Cuenca Williston en Bismarck. Allí expuso su plan de acción en cien días que consiste entre otras medidas en dejar sin efecto el Plan de acción por el clima de Obama y «salvar a la industria del carbón y a otras industrias amenazadas por el programa extremista de Hillary Clinton«.
Asimismo, en Dakota explicó que contempla retomar el proceso para poner en marcha el oleoducto Keystone desde Canadá, levantar la moratoria sobre la producción de energía en las zonas federales y revocar las políticas que imponen restricciones injustificadas a las nuevas tecnologías de perforación que «crean millones de empleos con una huella más pequeña que nunca«, señaló.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.