Las dificultades de accesibilidad y las duras condiciones ambientales que provocan altos niveles de corrosión son los dos grandes escollos a superar cuando se trata de explotar torres eólicas en alta mar. Los drones como ayuda en las labores de mantenimiento pueden ser la solución.
El consorcio Watereye formado por las empresas Cobra –operadora de parques offshore- Semantic Web (gestión de datos) y Delt Dynamics (drones) junto a cinco centros de investigación, entre los que se encuentra Ceit como coordinador del proyecto, están trabajando en el diseño de una solución integrada que permitirá a los operadores de los parques eólicos llevar a cabo un mantenimiento predictivo preciso en el futuro con el fin de reducir los costes de operación y mantenimiento y aumentar la energía eléctrica anual que producen los aerogeneradores en alta mar.
El proyecto, bautizado con el mismo nombre, propone diseñar un sistema de monitorización avanzada capaz de detectar de forma remota y desatendida el nivel de corrosión en los puntos más críticos de las torres eólicas cubriendo la zona de salpicadura y la unión torre-plataforma.
Además de medir el nivel de corrosión, el sistema será capaz de calcular la velocidad con la que se va a propagar la corrosión en las zonas monitorizadas. Para monitorizar la corrosión de un conjunto de puntos, el sistema de medida será incorporado en un dron con un sistema de posicionamiento muy preciso que permitirá medir desde el interior de la torre las zonas con mayor corrosión y enviar los datos de manera inalámbrica a la base instalada en el propio aerogenerador.
Proponen un sistema de monitorización avanzada capaz de detectar de forma remota y desatendida el nivel de corrosión en los puntos más críticos de la torre
Además de diseñar un sistema de medida de bajo coste, bajo peso y bajo consumo, el proyecto Watereye incluye el diseño de modelos de corrosión que se alimentarán de estos datos para que el sistema tenga la capacidad de aprender y poder predecir el estado de la estructura teniendo en cuenta la corrosión y otros parámetros ambientales ya monitorizados en la torre.
Watereye es un proyecto auspiciado por la UE y pertenece a la convocatoria Horizonte 2020, cuenta con un presupuesto de 4,7 MM€, comenzará el próximo 1 de noviembre y finalizará en octubre de 2022.
Toda la información recogida servirá para llevar a cabo un procesamiento de diagnóstico que junto a un sistema de control que limite las cargas en la estructura, permita tomar las decisiones más eficientes con respecto al plan de mantenimiento y al control del parque eólico en su conjunto.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.