Anpier
insta a las administraciones estatales, autonómica y locales a limitar la dimensión de los nuevos proyectos fotovoltaicos y ordenar su distribución territorial. Actualmente, la instalación de macroparques fotovoltaicos parece adquirir tintes surrealistas. El PNIEC establece la incorporación de una potencia de 26.134 MW entre 2021 y 2030. Sin embargo, a día de hoy tenemos una potencia de acceso solicitada de 96.000 MW, 70.641 MW más de lo esperado.
De ahí que la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier) alerte sobre la espiral sin sentido de la incorporación de energía fotovoltaica en los próximos años. Piden a las administraciones una lógica dimensión y distribución territorial, algo a lo que ya hemos hecho referencia. Tanto por lo que respecta a la del Estado, por ser la competente en cuestión de macroparques, como a las administraciones autonómicas y locales.
La asociación señala que son medidas importantes para avanzar en la necesaria implantación de generación fotovoltaica de una manera más equilibrada.
Macroparques y otras instalaciones en la actualidad
En España, cuentan con inscripción definitiva (2016-2020) 99 grandes instalaciones de generación fotovoltaica: 41 instalaciones son de 10-50 MW; 52 son de 50-100 MW; y 6 mega instalaciones cuentan con más de 100 MW. En total 5.489 MW.
A todo ello, habría que agregar, en pocos meses, 4 de la primera categoría ,13 de la segunda y 2 de más de 100 MW. Ya cuentan con su inscripción previa y agregarían otros 1.216 MW adicionales a corto plazo.
Además, la tendencia se acelerará en los años venideros. Según Anpier: “en una espiral sin sentido desde el punto de vista de las necesidades energéticas del país”.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima establecía el objetivo de incorporar 26.134 MW de fotovoltaica en nuestro país entre 2021 y 2030.
A día de hoy, tenemos una potencia de acceso solicitada de 96.000 MW, 70.641 MW más de todo lo esperado.
Especulación y contradicciones con respecto a Europa
Anpier
añade que Europa cuenta con una revolución fotovoltaica mejor dimensionada. Está distribuida en pequeñas y medianas potencias, que se integran mejor en los entornos rurales y están en propiedad de iniciativas locales.
España cuenta con el parque fotovoltaico más grande de Europa, con 495 MW, 200 MW más grande que su inmediato seguidor (Francia). Asimismo, cuenta con los tres macroparques en construcción con mayor potencia de cuantos se están instalando en el viejo continente: 500 MW, 300 MW y 300 MW, respectivamente.
En consecuencia, nuestro país tendrá cuatro de los cinco parques más grandes de Europa.
Anpier destaca que una especulación desmesurada de grandes fondos de inversión está aprovechando las debilidades de nuestras administraciones. Igualmente, se aprovecha la falta de información al ciudadano para implantar superficies casi infinitas de paneles fotovoltaicos.
Por tanto, añaden, si esta tendencia no se ve acotada, acarreará graves consecuencia para el territorio y un trastorno irreparable para los españoles. Estos desarrollos ya están saturando las redes y los puntos de evacuación que mantenemos los usuarios a través de la factura de la luz.
Además, estos proyectos bloquean el acceso a las iniciativas fotovoltaicas locales. Así, serán entidades foráneas las que aprovechen buena parte del patrimonio solar de nuestro país, lo que no dejará riqueza ni empleo en nuestros municipios.
El presidente de Anpier, Miguel Ángel Martínez-Aroca, ha explicado:
“Solo el acceso a las economías de escala de sus promotores y las facilidades que están encontrando en nuestro país para ocupar nuestros suelos y redes, les permite la implantación de estos mega desarrollos, cuyos retornos económicos saldrán de nuestro país, provocando la paradoja de que los españoles pagaremos la energía a empresas extranjeras que ofrecen suministro de nuestro propio sol y en nuestro propio territorio”.
Parques más pequeños, no macroparques
Además, los macroparques, de gran tamaño, son menos eficientes, dado que han de transportar la producción, con sus correspondientes pérdidas y costes.
Anpier considera que la alternativa más adecuada está en el favorecimiento de las “pequeñas” instalaciones. Es decir, de entre 1 a 10 MW, que ya suponen de 2 a 15 Hectáreas de superficie máxima ocupada por proyecto. Además, conectan a media tensión (<36 kV) en las redes ya existentes, las cuales alimentan a los centros de transformación; con ellos se abastece el 75% del consumo total de energía eléctrica de España.
El esquema de parques pequeños y medianos, según indican desde Anpier, tendría sus ventajas: no aumentaría el coste de distribución de la nueva energía; ni se produciría, por innecesario, su transporte, que ha de realizarse en alta tensión; en esa línea, también sería prescindible elevar a través de transformadores la tensión la energía que se produce.
De esta manera, las pérdidas de energía que se producen desde la generación al consumo se minimizan; además, se reducen los costes del Sistema eléctrico y la factura de la luz.
Conviene considerar que las pérdidas totales de energía que generan los macroparques, en su transporte y distribución hasta el consumidor, rozan valores cercanos al 20%. Este coste, el Sistema lo asigna al consumidor final.
Mientras, el coste que por este mismo concepto generan las pequeñas plantas se reduce enormemente, beneficiándose el consumidor de esta mayor eficiencia.
Los grandes transformadores y redes de alta tensión para transportar electricidad de una punta a otra del país eran necesarios antes. Sin embargo, estas infraestructuras no se precisan si el nuevo modelo se nutre de pequeñas y medianas instalaciones fotovoltaicas.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela