Fernando Soto, director general de Aege, pone de manifiesto en este artículo como las últimas subastas del servicio de interrumpibilidad suponen un «duro batacazo» para la competitividad de la industria electro-intensiva que ha perdido 152 millones de euros de retribución anual. Al recorte se suma, además, la incertidumbre que rodea al servicio a partir del 1 de junio.
Los resultados de las últimas subastas del servicio de interrumpibilidad, celebradas a finales del pasado mes de diciembre, tendrán consecuencias negativas para industrias electro-intensivas que son claves para nuestra economía nacional; empresas fuertemente exportadoras, generadoras de actividad y empleo y con un fuerte tirón inversor.
Como es sabido, los ingresos por la retribución de este servicio mitigan en parte el elevado precio eléctrico que sufren las industrias electro-intensivas en España y que es uno de los más caros de toda Europa, efecto exacerbado por no contar con las compensaciones y exenciones permitidas por la Comisión Europea y que sí disfrutan las industrias tanto de Alemania como de Francia.
El resultado de las subastas de interrumpibilidad supondrá este año 2018 un duro batacazo en la competitividad de las industrias electro-intensivas asociadas en AEGE, con una pérdida de retribución anual de 152 millones de euros, 30% menos que la de 2017, de los que 86 millones corresponden a la reducción del precio medio del servicio y 66 millones a la reducción de potencia asignada.
Con esta reducción de potencia, no previsible con una demanda creciente y con una insuficiente capacidad de interconexión con Francia, once de las fábricas proveedoras del servicio que tenían todo preparado para prestarlo este año, se quedaron sin contraprestación y otras, en el mejor de los casos, vieron una fuerte merma de su retribución.
[pullquote]»Primero fue la reducción de un año a cinco meses del periodo de vigencia de la subasta – que fue que el periodo de entrega de los productos a subastar quedaba reducido del 1 de enero al 31 de mayo de 2018-, y luego la bajada en el precio de salida de las subastas en un 10%»[/pullquote]
Las informaciones que precedieron a las condiciones de la última subasta hacían augurar claros perjuicios para la industria electro-intensiva. Primero fue la reducción de un año a cinco meses del periodo de vigencia de la subasta – que fue que el periodo de entrega de los productos a subastar quedaba reducido del 1 de enero al 31 de mayo de 2018-, y luego la bajada en el precio de salida de las subastas en un 10%.
Celebradas las subastas, pudimos confirmar una reducción de la potencia subastada y un recorte del 20% en los precios medios asignados. Este mal resultado supone una pérdida real de competitividad muy considerable para industrias que dan empleo a unas 186.000 personas.
Al recorte se suma, además, la incertidumbre que rodea al servicio a partir del 1 de junio, es decir todo lo contrario de lo que necesita la industria, que es estabilidad y certidumbre, y más ahora que empezaban a despegar tras tantos años de crisis instalada en nuestra economía nacional.
Un seguro del sistema eléctrico, un servicio de la industria
La interrumpibilidad es un seguro del sistema eléctrico activo las 24 horas, los 365 días del año
. Es un servicio que la industria electro-intensiva presta al operador del sistema para garantizar la seguridad de suministro, más aún cuando la capacidad de interconexión con Francia no alcanza los mínimos establecidos por la Unión Europea. Además, con su patrón de consumo, la industria electro-intensiva favorece la integración de las energías renovables.
[pullquote]»La situación para 2018 no es nada halagüeña con una previsión de precio eléctrico de 52,2 €/MWh, idéntica a la de 2017, y muy alejado de los 36,6 €/MWh de Alemania y de los 41,2 €/MWh de Francia».[/pullquote]
La industria española se ve castigada continuamente por el elevado precio de su mercado eléctrico, que cerró 2017 con un precio medio de 52,2 €/MWh, que fue el más alto de los últimos 9 años-, un 33% más alto que en 2016 y en torno al 50% mayor que el de Alemania, por poner un ejemplo. Pues bien, la situación para 2018 no es nada halagüeña con una previsión de precio eléctrico de 52,2 €/MWh, idéntica a la de 2017, y muy alejado de los 36,6 €/MWh de Alemania y de los 41,2 €/MWh de Francia.
La industria electro-intensiva va a ver mermada su competitividad por lo que pide que se establezcan medidas urgentes para lograr precios eléctricos similares a los de sus principales competidores europeos.
Desde AEGE confiamos en que el Gobierno entienda la importancia de la industria electro-intensiva para el país y ponga en marcha medidas para paliar esta situación. Entre esas medidas, que pueden y deben generar certidumbre, está la compensación por costes adicionales derivados de la financiación del apoyo a la energía eléctrica procedente de fuentes renovables, prevista en los Presupuestos Generales del Estado de 2017 y que, a fecha de hoy, la industria electro-intensiva no ha recibido.
Fernando Soto, director general de Aege
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.